Sevilla - Betis

Frente a frente: En-Nesyri, el valioso don de sorprender

En Dortmund ajustó su mirilla y en el derbi ejerció de certero francotirador. Youssef En-Nesyri se erigió en el héroe del Sevilla en un derbi en el que el Betis puso mucho por buscar el empate pero Borja Iglesias no tuvo el punto de fortuna necesario para cantar gol. El gallego perdió el duelo de delanteros pese a que merodeó mucho más la proximidad de Bono. En-Nesyri, en cambio, sacó ese don tan valioso de la capacidad de sorprender: su gesto técnico en el gol valió algo más que tres puntos para los sevillistas.

Llegaban los dos goleadores de Sevilla y Betis al partido trascendental y fratricida con el olfato en perfecto estado de revista. Los dobletes de ambos ante Alavés y Borussia Dortmund parecían casi calcados, como escritos por un guionista de comedia romántica que fuerza la complicidad artificial de los protagonistas. Borja Iglesias y En-Nesyri marcaron primero de penalti y luego de cabeza y se lanzaron así el guante para el duelo decisivo en el derbi.

Y lo ganó el joven marroquí, que no marcaba en el torneo liguero desde el 6 de febrero, cuando celebró firmando el tercero de los tantos del Sevilla al Getafe el premio a mejor jugador de LaLiga en enero. La oportunidad no pudo ser más plausible para el Sevilla, que demostró que anda justito de gasolina y que podría haber sufrido un durísimo palo anímico de perder el derbi y aumentar a cinco la racha de frustraciones y partidos sin ganar, tras caer en la Copa y en la Champions.

Que el Betis le hubiese dado la puntilla, acercándose además en la clasificación, habría sido un factor emocional de peso en la definición del torneo. Pero el disparo postrero de Fekir se fue desviado y sólo sirvió para encoger el corazón de Lopetegui, sus profesionales y los aficionados sevillistas y para que los béticos lamentaran la ocasión perdida de dar un severo golpe al eterno rival.

El gol de En-Nesyri fue quizá el mejor gesto técnico de un derbi con menos fútbol ofensivo del prometido por parte y parte. El Sevilla invitó con descaro al Betis a presionarlo arriba para intentar soprenderlo a sus espaldas, hasta que lo logró Jesús Navas con un excelente pase al espacio a En-Nesyri. Ante la salida quizá a destiempo de Joel Robles, el marroquí bajó con la zurda el balón, superó al meta bético en su siguiente zancada y ya con la derecha y sin dar tiempo a que la jugada se escorase más, lo coló por el ángulo cerrado. 

Sobre ese gol en el minuto 27 el Sevilla construyó su partido de sufrimiento. Las fuerzas no le dieron para intentar robar más arriba ni contragolpear con más acierto ante un Betis que se dispuso a masticar cada jugada minando la moral del enemigo, buscar el resquicio en el bosque de piernas, hallar la conexión definitiva de Fekir con Borja Iglesias.

El gallego abrió las hostilidades, con un disparo que se envenenó ante el que Bono tuvo que tapar en dos tiempos, derribando incluso a Canales. No pareció penalti. Fue un primer aviso. Luego, estuvo a punto de llegar a varios centros laterales. En la segunda parte casi caza uno de Miranda, sorprendió con un taconazo que blocó Bono, saltó antes de tiempo a un centro de Álex Moreno y, por fin, un despeje de Rekik le dio en la bota y casi marca superando al meta marroquí, tras una mala cesión de Gudelj.

Pero al gallego le faltó ese pelín de suerte, al contrario, obstaculizó sin querer un golpeo de falta de Fekir, por ejemplo. Y perdió la batalla por carecer de esa fortuna que suele suplir al don de la oportunidad, el que sí tuvo el sorprendente En-Nesyri el día que más lo necesitaba su equipo. 

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