Carlos Fernández está demostrando con creces su madurez futbolística a sus 23 años recién cumplidos. El delantero cedido por el Sevilla en el Deportivo ha cumplido con el objetivo buscado cuando firmó por un año en La Coruña: madurar futbolísticamente, tener minutos, protagonismo. Ante el Málaga, en la ida del play off de ascenso a Primera, fue trascendental con dos goles.

La importancia de las acciones de Carlos Fernández (Castilleja de Guzmán, 22-05-1996) en la remontada ante el Málaga expresan su personalidad. Con 0-1 en el marcador, tuvo los arrestos de tirar el penalti que significó la igualada, lo que dice mucho del carácter del futbolista, sobre todo en el contexto de un partido de tantísima tensión y con tanto en juego. Posteriormente, hizo el 3-2, después de que el Málaga volviera a adelantarse, para darle forma a la remontada (4-2).

El canterano sevillista, que ha recuperado la titularidad desde la llegada de Pep Martí al banquillo, ejecutó con la clase de su exquisita zurda el penalti y remachó a bocajarro de cabeza un centro sobre la raya, demostrando así sus cualidades de goleador más allá de la capacidad de generar juego que tiene como segundo punta también.

Su periplo en La Coruña concluye este sábado, con el partido de vuelta en La Rosaleda. "En este tipo de partidos no te puedes salir de la eliminatoria, tienes que ser mentalmente muy fuerte", dijo el jugador en un prolijo análisis del partido con el que que también demostró su soltura ante los micrófonos.

Para el deportivismo ya es un héroe, pase lo que pase el sábado, y muchas voces claman por su continuidad. Pero Nervión deben valorar si su año en La Coruña ha servido para que termine de cuajar en un futbolista de peso para la exigencia de un club como el Sevilla, que fue el objetivo buscado con su cesión.

En su cesión en Riazor ha actuado en 24 partidos de Segunda División más el de promoción de ascenso, con 10 goles en su haber y dos asistencias.