Desde mi córner

El Sevilla, ante su primera final

  • La cita de hoy con el Wolfsburg es de triunfo obligatorio para ir con opciones a Salzburgo

Son dos finales lo que el Sevilla tiene por delante y hoy se libra la primera. Las finales no sólo hay que jugarlas sino ganarlas y de eso está bien curtido el Sevilla. Especialista en solventar finales, la de hoy no es más complicada que otras que ya ganó, pero el fútbol no tiene memoria, es sólo presente y ese presente se hace carne mortal en esta noche de San Clemente y frente a un Wolfsburgo que ahora se ve fuera de Champions en Bundesliga.

Llega el partido con sendos empates a dos goles, el Sevilla de local y el equipo alemán de visitante. Como denominador común que ambos hubieron de remar a contracorriente para salvar uno de los puntos en juego. Ambos caían, uno en Nervión y el otro en el campo del Arminia Bielefeld, un recién ascendido que le ganaba 2-0 a media hora del final. Weghorst y Nmecha lograron el mal menor del empate, así como Ocampos y Rakitic hicieron lo propio para el Sevilla.

En el recuerdo, aquel partido del 29 de septiembre en el Volkswagen Arena donde el Sevilla rescataba un punto desde los once metros tras un polémico penalti que Rakitic convirtió en gol sobre la última campana. Un punto que supo a gloria, pero que ahora se ve cortito tras el batacazo del Día de los Difuntos en Nervión ante el Lille. Por eso calificar este Sevilla-Wolfsburgo como una final no es una exageración, sino la perentoria necesidad de un triunfo sevillista.

Arbitra un conocido tan conocido como el turco Cüneyt Çakir, un experimentado colegiado con el que el Sevilla se ha cruzado más de una vez. ¿Pasará factura el heroico esfuerzo del sábado sobre una exigente cancha anegada? Esperemos que no, pero lo que sí está garantizado es que el equipo dará su última gota de sudor por sacar adelante el compromiso. Ganar o ganar es la cuestión, la Champions merece mucho la pena y el Sevilla es especialista en finales, o sea...

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