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El tuit de Koundé sobre las celebraciones de Joan Jordán

Joan Jordán y Munir celebran el triunfo en Cádiz tras el gol de Rakitic a pase del segundo.

Joan Jordán y Munir celebran el triunfo en Cádiz tras el gol de Rakitic a pase del segundo. / Lourdes de Vicente

El grado de unión de la plantilla del Sevilla también se puede medir por los mensajes que se envían, en tono jocoso o de ánimo, a través de las redes sociales. Así ha vuelto a suceder con un mensaje jocoso que ha emitido Jules Koundé en Twitter hacia Joan Jordán, ironizando sobre sus celebraciones en el campo.

Joan Jordán continúa con su crecimiento futbolístico en el Sevilla. Tras su gran partido en la final de la Supercopa de Europa, el mediocampista catalán salió como refresco en Cádiz y su concurso fue fundamental para el triunfo en el Ramón de Carranza: dio un extraordinario pase que Munir convirtió en el 1-2 en el minuto 90.

Durante las celebraciones, Joan Jordán suele ser muy extrovertido. Le da rienda suelta a esa emoción que trata de encauzar hacia el fútbol cuando está centrado en el partido, con o sin balón. Y no es la primera vez que le da un pechazo a algún compañero tras un gol o un triunfo.

Lo repitió en Cádiz, cuando le dio otro de sus cariñosos empellones a un compañero, Munir en este caso, autor del 1-2 y del pase del 1-3 de Rakitic. Y Koundé le dedicó un jocoso tuit. "No hay que empujarse así, hombre, somos compañeros", puso en Twitter.

Koundé da respuesta a otro tuit que destacaba esta forma tan recurrente de celebrar los goles por parte de Joan Jordán, acompañandolo con la imagen de la celebración de uno de los goles en la final de la Europa League ante el Inter, en la que le da un empujón al propio central galo y, mientras el resto de compañeros se abrazan a De Jong, el catalán da varios puñetazos al aire con rabia, absolutamente eufórico.

El mediocampista catalán demuestra así su plena identificación y su compromiso con un grupo en el que cada vez tiene más peso, tras haberse convertido en un titular indiscutible en un centro del campo en el que, también por su tinte de pelo parece dispuesto a asumir el reto de intentar llenar el hueco que deja Banega, ese futbolista irrepetible e inimitable.

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