Acumular todo lo acumulable

El Sevilla de Almeyda busca ante el colista su tercera victoria seguida pensando sólo en sumar para cuando lleguen las dudas

Almeyda: "Ojalá ganemos siempre y quedemos llenos de azúcar"

Januzaj, en un entrenamiento.
Januzaj, en un entrenamiento. / Juan Carlos Vázquez

No hay ni que recordar la afición que hay aquí por llevarlo todo al extremo. Los dos triunfos del Sevilla de Almeyda ante Rayo Vallecano y Barcelona han disparado los niveles de euforia tanto que la situación invita a tener conciencia del contacto de los pies en el suelo antes de que llegue una no deseada inyección de realidad. El Sevilla actual es lo que es. De momento. No se sabe si haciendo las cosas bien, como parece que medio se refleja ahora en los resultados, en un relativamente corto-medio plazo la cosa dará para aspirar a algo más.

Las leyes de la prudencia dicen que lo mejor que puede hacer este Sevilla es emular a la hormiguita que trabaja sin descanso en el buen tiempo para cuando lleguen los fríos del invierno. Sumar y acumular puntos que ya nadie le podrá quitar y llenar todo lo posible el granero para cuando las dudas aparezcan, que van a aparecer, seguro. En primer lugar porque Almeyda se está destapando como un buen proyecto de entrenador, pero –que se sepa– no puede hacer milagros. En segundo lugar porque aún quedan baches y curvas por las que transitar y en tercera instancia porque las limitaciones de una plantilla confeccionada con el margen salarial más bajo de LaLiga, aun con toda la coherencia y el acierto que haya podido poner Cordón en su trabajo, van a salir a relucir en cualquier momento.

La previa
La previa

Por ello bueno será aprovechar el momento. Sacar ventaja de que no hay apenas lesionados y agarrarse a la inercia ganadora del momento, que, lamentablemente, mucho no durará. Visita el Sánchez-Pizjuán a una hora indecente –ésa es otra– el colista de la tabla, un Mallorca paradójicamente dirigido por uno de esos muchos entrenadores que declinó venir a un proyecto claramente desprestigiado y a un club cuya atmósfera social es una bolsa de gases explosivos amenazando explotar en cualquier momento.

Entre las virtudes de Almeyda está el haber dirigido el foco a lo deportivo permitiendo maniobrar en la sombra y entre bambalinas en lo que se cuece de cara al futuro, esa venta al mejor postor y cada vez con más cara de americano. Y la oportunidad de sumar un tercer triunfo consecutivo (desde la última vez ha pasado el mismo tiempo del segundo, desde la era Quique Flores) debe ir acompañada de la demostración por parte del cuerpo técnico de que sabe darle a este grupo herramientas para mucho más que apretar, presionar y salir al contraataque.

El Mallorca vendrá a hacer lo que ha venido haciendo el Sevilla en sus salidas y el modelo tendrá que demostrar que tiene recursos, tanto para abrir una lata bien cerrada como para mejorar situaciones en defensa que esta vez van a pasar por atar en corto al gigante Muriqi para todo lo que le van a tirar por alto.

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