Una ansiada confirmación: El paso adelante que esperaba el sevillismo
El rol más positivo de jugadores como Saúl, Isaac, Sow, Kike Salas o incluso Agoumé es una esperanzadora noticia para García Pimienta de cara a elevar los objetivos
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Sevilla/La afición del Sevilla está asistiendo al paso adelante que están dando una serie de futbolistas de los que, por desgracia, se puede decir que nada se supo en el primer tercio de temporada. Y bien que lo agradece García Pimienta estando como está el equipo en un momento de indefición en el que ni termina de mirar hacia arriba ni, afortunadamente, parece volver a las fatiguitas de antaño.
Una situación que, de confirmarse, haría que el equipo pudiera plantearse con argumentos más sólidos pelear por otros objetivos que hasta ahora mismo, la verdad, han sido imposibles. El Sevilla ha amagado en un par de ocasiones para haberse asomado al balcón de los puestos europeos, pero las dos veces ha pinchado. Y en casa además, cuando se enfrentó a la Real Sociedad y últimamente con el empate ante Osasuna, aunque ahí sí al menos se vio que algunos estaban dispuestos a dar el paso.
El primer nombre propio en este aspecto es el de quien debe ser un líder –vino para eso– desde su posición en el centro del campo y la calidad y experiencia que trajo en la maleta. Saúl Ñíguez, que en la Copa tuvo otros 45 minutos para seguir recuperando el ritmo de competición, ya dio una muestra de su liderazgo en sólo un rato en el campo ante el Osasuna. El pase a Lukébakio en el empate debe ser el principio de lo mucho que el ilicitano debe aportar a un bloque apenas alumbrado por la clase del belga y que debe ir sumando la aportación de otros.
Y eso parece que se está produciendo. Se ha visto en los últimos dos encuentros en casa ante Rayo Vallecano y frente a los navarros y –también, por qué no, en la Copa– debe confirmarse en lo que hasta el momento está siendo la asignatura pendiente, los encuentros a domicilio.
El propio Isaac Romero, con una asistencia a Sow en el gol del triunfo frente al Rayo y una notable mejoría en cuanto a fútbol asociativo en el empate frente a los rojillos, también ha dado muestras de estar más confiado en lo que hace. Y que se active es fundamental para el grupo. Evidentemente, le falta el gol, pero poco debe tardar en llegar. La sensación general es que ahora se le ve de otra manera y quizá la clave puede estar en la nueva posición que García Pimienta ha encontrado para el suizo, un jugador que en los dos últimos partidos en Nervión ha dado un paso adelante, ha ayudado más en la presión al lebrijano y se ha ubicado en ocasiones incluso como un segundo punta. Es otro futbolista al que se le pedía mucho más de lo que estaba dando.
Y aún hay más piezas que han dado ese necesario paso adelante y que deben confirmarlo en un mes de diciembre en el que van a llegar dos citas de altura en dos escenarios de caché como el Metropolitano y el Santiago Bernabéu, con la visita del Celta intercalada entre ambos duelos.
Kike Salas ha aprovechado la lesión de Nianzou para demostrar que tampoco está dispuesto a quedarse atrás. Le ha ganado el pulso a Marcao y, con tres titularidades seguidas, demuestra que con confianza puede volver a ser aquel central que entusiasmó a Quique Sánchez Flores. Es verdad que se adaptó genial al esquema de tres centrales del madrileño y que esto es otra historia, pero el de Morón ha demostrado que es un jugador con recursos. Como todos los futbolistas de su fisonomía músculo-esquelética, necesita más tiempo para coger ritmo y es precisamente lo que está haciendo. Pero es un jugador agresivo que tiene confianza para saltar a presionar a zonas adelantadas y que por arriba en la estrategia da mucho. Además, se adapta en situaciones especiales al lateral izquierdo sin que el puesto pierda solidez (al revés, la gana) debido a que es dinámico en las traslaciones pese a su altura. Su debut en la sub 21 ha sido la recompensa y lo avala.
Pero aún ha habido más que se han querido apuntar a esta mejoría. El propio Agoumé, por lo general centro de críticas, ha dejado dos muestras de que si quiere puede sacar conejos de su chistera. Los pases al hueco a Lukébakio ante el Osasuna y a Idumbo en Olot en el gol de Iheanacho lo hubieran firmado cualquier medio de calidad. El tema del pase decisivo estaba faltando y aunque no es el escogido para eso, ahí han estado sus aportaciones. Hace falta que Suso se meta y aporte en ratitos e Idumbo, que en Copa levantó el dedo como Juanlu, también meta chispa. De Barco e Iheanacho aún hay que esperar más, pero al menos ya no es sólo Badé, Lukébakio y, antes de su lesión, Ejuke.
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