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La crueldad del maquillaje

  • El Granada atacó tendencias repetidas en un Sevilla sin su golpe de suerte

La crueldad del maquillaje

La crueldad del maquillaje

Primas hermanas de las estadísticas, o incluso parte de ellas, son las tendencias de juego. Los rivales tienen acceso a ellas porque la propia Liga ofrece a los clubes (previo pago obligatorio además) un montón de números semanalmente y el equipo que no se mueve acaba con las cartas descubiertas. El Sevilla de Sampaoli lleva muchas comparecencias con una serie de tendencias hacia una serie de direcciones concretas que para el público en general podían quedar solapadas por los resultados, favorables en muchos casos sin merecerlo del todo. Pero el partido de ayer del Sevilla no fue muy diferente al de Riazor, al de Leganés, a fases del de Gijón, al del Valencia la semana pasada en casa o, más lejos en el tiempo, al de Éibar o al de Bilbao o frente a Las Palmas también en Nervión.

Defectos que porque uno o dos goles en la recta final conviertan la decepción en euforia no acaban eliminándose por arte de magia si durante la semana no se trabajan.

Además, más allá de la falta de actitud de algunos jugadores, la tan elogiada versatilidad táctica de Sampaoli debería tener un criterio y no debería ser un cambiar de esquema por cambiar. Seguro que alguien del cuerpo técnico lo argumentaría, pero el Sevilla que ha pasado en numerosas ocasiones de un patrón de tres a cuatro centrales, repitió en Granada con ese 4-4-2 puro que el argentino instauró con el Valencia, pero con situaciones muy forzadas en la izquierda, pues si algo podía justificar la vuelta a los tres centrales era la baja de Escudero.

Defensa

El Granada buscó superioridad numérica en el centro del campo con un 4-5-1 que en fase defensiva era un 6-3-1. Así, los desequilibrios fueron constantes en una banda en la que un central limitado en velocidad de reacción que puede taparse de lateral derecho pero no a contrapié (Mercado) jamás le vio la matrícula a un extremo dinámico como Boga. Los cambios no fueron a mejor, pues increíblemente acabaron en esa banda dos delanteros, Sarabia como lateral y Franco Vázquez, un jugador con otras virtudes pero sin reprisse alguno, de extremo.

La falta de tensión defensiva de N'Zonzi agrandó este problema que acababa reflejado en el centro, donde Kranevitter no exhibía el oficio de otras veces y Rami andaba desubicado y confiado.

Ataque

La Juventus le explicó al resto de los rivales del Sevilla cómo acabar con su alta posesión. Desde que ahogara a N'Zonzi no dejándolo jugar cómodo lo han imitado el Valencia y el Granada. Aparte de ello, un equipo en el que todo el mundo pide un delantero debería analizar por qué no crea suficientes ocasiones de gol. Desde que comenzó la temporada fue una de las asignaturas pendientes que durante un tiempo solucionó -y a su manera- un Nasri que ahora no está.

Virtudes

Un tímido arreón final.

Talón de aquiles

Otra vez, la gestión de las transiciones y la estrategia defensiva.

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