El partido entre la Lazio y el Sevilla estaba considerado de alto riesgo desde el mismo momento en el que las bolas del sorteo depararon el enfrentamiento. El hecho de que los radicales del equipo italiano sean de extrema derecha y los sevillistas defiendan una ideología de izquierdas ya hacía presagiar que se podrían producir enfrentamientos durante los dos partidos.

El incidente que tuvo lugar este miércoles en la calle Leonina, muy cerca del Coliseo, fue una consecuencia de ello, cuando varios seguidores sevillistas del grupo radical de la entidad nervionense fueron atacados por unos 50 ultras de la Lazio, ataviados con pasamontañas y vestidos de negro con simbología del cuadro romano.

Según fuentes de la policía consultadas por Diario de Sevilla, se ha montado un dispositivo especial para este partido que incluye a 700 agentes de la policía italiana y a 150 de la seguridad privada. No se trata exclusivamente del Lazio-Sevilla, pues la seguridad para el turismo en Italia es muy fuerte, incluidos efectivos y tanquetas del Ejército en lugares estratégicos junto a los principales monumentos y en la estación de Termini, pero sí se ha tomado especial precaución para evitar que los incidentes vayan a más.

El grueso de los hinchas radicales del Sevilla estaba previsto que llegaran en la mañana de hoy jueves y estaban absolutamente controlados por la policía, incluidas entradas nominales que exigen la presentación del carnet de identidad para poder acceder al Estadio Olímpico.

Además, para poder entrar en el partido los hinchas tenían que estar tres horas antes en la fanzone habilitada al efecto para poder ir al estadio en autobuses controlados por la policía. No había ninguna otra forma para desplazarse hasta el Olímpico.