Pizarra del Sevilla-Real Sociedad

Vaya por delante que este Sevilla sigue cogido con alfileres. Que Escudero, Sarabia, el propio Banega o Nolito andan justísimos de fuerzas. Pero la entrada de Roque Mesa en el eje, el adelantamiento de Banega y Sandro como punta de lanza, que fue el retoque táctico más visible con Joaquín Caparrós -en la pizarra no se refleja la testiculina- cuajó en un Sevilla algo más recio. Con la columna vertebral solidificada. Es un inmejorable punto de partida para consumar la rehabilitación y que el equipo acabe, al menos, con esa séptima plaza amarrada para volver a Europa.

Defensa

La asunción de riesgos innecesarios atrás, con esa moda de tocar en corto para invitar al rival a presionar, ha quedado descartada con Caparrós. Roque Mesa, más anclado, invitaba a N'Zonzi a ganar metros para ganar por arriba los saques en largo de David Soria. Y el francés, ayer corajudo, ganó algunos. Las pérdidas atrás fueron contadas.

Se abrió un agujero en el flanco siniestro. Nolito, por mucha voluntad que le ponga, no llega a tapar jamás. Su ayuda a Escudero es virtual. E Imanol Alguacil acumuló gente por allí: a Januzaj y Odriozola añadió Canales, quien filtró el mejor pase de la primera parte a Oyarzabal.

En la segunda parte, con el rápido gol de Banega, esa vía de agua se redujo con el repliegue de los blancos. El sufrimiento fue a más a medida que el cansancio volvió a aflorar. El Sevilla juntó sus dos líneas muy atrás y apenas ganó rechaces. Correa no ayudó a desahogar y fue Sandro quien sí forzó alguna falta y se ofreció.

La Real acumuló mucha gente al remate: Bautista y Juanmi junto a Willian José. Pero la zaga cerró bien por dentro.

Ataque

Con Roque de sostén y una buena lectura táctica en las coberturas y ayudas, N'Zonzi apareció más arriba y con el despliegue de las grandes ocasiones. En las disputas impuso su corpachón y escupió el balón con calidad y rapidez a las zonas más descongestionadas; ejemplo, su gran pase que origina luego el penalti. Banega, en zona de tres cuartos, también sacó su calidad, con querencia a caer a la izquierda.

Ese eje agradeció el trabajo y dinamismo de Sandro arriba.

Virtudes

Más solidez por dentro. Y garra.

Talón de aquiles

Por los flancos, la debilidad física sigue ahí.