Sevilla FC

Un fracaso en plena cocción

  • El Sevilla, el de mayor gasto de la historia, no iba tan rezagado respecto al cuarto a falta de diez jornadas desde la era Manzano

  • Montella, el décimo en 'su' Liga

Puede que magnificado por la hipérbole que de todo -incluido el lenguaje- suelen hacer las redes sociales, el fracaso es un término que encaja a la hora de valorar la temporada del Sevilla en la competición que puede considerarse el motor de toda sociedad económica deportiva. "Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio". Sin más, la definición en su primera acepción de la Real Academia de la Lengua no deja margen de duda ni de discusión: el Sevilla de Óscar Arias y José Castro, el de mayor presupuesto y gasto de la historia del club, ha fracasado en su objetivo.

La resignación a la que asistió todo el sevillismo durante la segunda parte del partido ante el Valencia no deja más opción que plegar velas y volverse a otra cosa, en este caso para el equipo de Montella llegar lo más lejos posible en una competición que ya no volverá a disputar con un poco de suerte hasta la campaña 19-20 y vivir una final de Copa ante el Barcelona el 21 de abril en Madrid.

El Sevilla, por números, no se ha merecido otra cosa en el torneo de la regularidad, una Liga en la que ofrece unos números pobrísimos, en la que por primera vez se despide de la posibilidad de acabar entre los cuatro primeros con diez jornadas aún por disputar y en la que es uno de los equipos con peor balance de goles, no ya de los primeros clasificados, sino de todo el campeonato. El Sevilla, con sólo 36 goles a favor, es superado en efectividad ante la portería contraria por nueve equipos de la Liga Santander. Mucho menos honrosa es su estadística defensiva, pues en número de goles recibidos, sólo cinco equipos de los 20 de Primera acumulan más tantos en contra que el nervionense. Los blancos, fruto de varias goleadas sufridas, han recibido 42 tantos, sólo ofreciendo mejor balance que Málaga (45), Real Sociedad (50), Betis (52), Deportivo y Las Palmas (ambos con 59).

El Sevilla, con el cuarto mayor presupuesto de la Liga Santander, el fichaje más caro de su historia (21,5 millones de euros en concepto de traspaso por Luis Muriel) y el defensa más costoso también de la historia sin ni siquiera ser titular (12,7 por Kjaer), ha demostrado con respecto a su más directo competidor, el Valencia, tener una plantilla de buenos jugadores, puede que incluso mejores, pero ser claramente un peor equipo.

El Sevilla, no de forma matemática pero sí virtualmente, se despide de la posibilidad de alcanzar el cuarto puesto con una antelación que casi no se recuerda en el tiempo. Sólo decir que para encontrar más distancia de puntos entre el Sevilla y el cuarto clasificado tras la vigésima octava jornada hay que remontarse a la temporada 10-11, la que empezó Antonio Álvarez y acabó Gregorio Manzano. Entonces 12 puntos (51-39) separaban al Sevilla del Villarreal entonces de Pellegrini, al que al final acabó recortando bastante. Pues el Sevilla de Manzano llegó a clasificarse para la Europa League a cuatro puntos de los castellonenses. Ni en las peores temporadas que sobrevinieron después, con el baile de entrenadores entre Marcelino, Míchel y Emery, llegó a estar tan distanciado el Sevilla del objetivo Champions, si bien es cierto que entonces no era el reto marcado por los gestores. En la 11-12, tras la llegada del técnico madrileño, el Sevilla estába undécimo en la tabla con 36 puntos, ocho menos que el Levante, que era cuarto (44). Fue la única campaña en la época reciente en que el Sevilla no fue a Europa. En parecidos números estaba al año siguiente, cuando tras suplir Emery a Míchel, el cuadro sevillista era décimo con 38, nueve puntos menos que la Real Sociedad, cuarta con 47. La eliminación por motivos económicos de Málaga y Rayo Vallecano permitió al Sevilla disputar la Europa League, que acabaría ganando al ejercicio siguiente en Turín ante el Benfica, el primero de los tres títulos europeos conquistados por el de Fuenterrabía.

Lo cierto es que, volviendo al presente, el Sevilla cumple un dudoso honor, pues es el primer quinto clasificado de la historia de la Liga que llega en desventaja de 11 puntos con el cuarto cuando aún quedan 10 jornadas en juego.

Claro que el efecto Montella, pese al cambio de imagen, no ha sido tan positivo en la Liga. Con el italiano, el equipo nervionense ha sumado sólo 16 de 33 puntos posibles (menos de la mitad), siendo el décimo equipo del torneo desde que debutó frente al Betis hasta su última derrota ante el Valencia. Un fracaso como quiera que se vea.

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