Sevilla FC

Tanta historia como desdén dejes

  • Los resultados de Lopetegui, que ya es el técnico con mejor porcentaje de victorias, coinciden con la frialdad y las críticas de gran parte del sevillismo

Lopetegui, en un momento de un encuentro.

Lopetegui, en un momento de un encuentro. / Friedemann Vogel / Efe

Ganándose la animadversión de los suyos mientras hace historia en el Sevilla, Julen Lopetegui vive una extraña situación que resulta difícil de comprender. Con el equipo a tres puntos del líder con un partido menos, con el mejor arranque liguero desde su llegada al Ramón Sánchez-Pizjuán y desde el domingo con el mejor porcentaje de victorias de un entrenador en toda la historia del club, llama poderosamente la atención las críticas que recibe y el descontento gereralizado por el juego del equipo, algo que en el club –y fuera del mismo también– no alcanzan a entender y que está causando cierta sorpresa.

Recuerda la situación a otros momentos parecidos vividos con otros entrenadores, como Unai Emery, que trajo plata tres temporadas seguidas con tres títulos europeos y cuyo trabajo no convencía a la afición. Por no hablar de Manolo Jiménez, el último que ha logrado acabar una Liga en tercera posición, hace ya más de doce años.

Pero el entrenador guipuzcoano sigue a lo suyo. Le molesta, claro que le molesta, pero no le afecta, puesto que ha aprendido a impermeabilizarse tanto en las victorias como en las derrotas. Pero no deja de ser extraño que tenga que las críticas las reciba ganando, por mucho que haya gustos futbolísticos diversos que haya que respetar. El problema es que no están contentos ni los que son resultadistas.

Pero mientras las críticas y los descontentos suenan más que los halagos y los reconocimientos, el de Asteasu sigue haciendo historia al frente del Sevilla. Tras el triunfo en Balaídos, el entrenador guipuzcoano tiene ya el mayor porcentaje de victorias en la historia de la entidad, según destacó con números en la mano el departamento de comunicación del propio Sevilla. Lopetegui sumó en Vigo el triunfo número 70 al frente del conjunto nervionense desde su llegada en la campaña 2019-20, en un total de 118 partidos oficiales, con un 59% de encuentros ganados y un majestuoso 81% de imbatibilidad.

“Desglosado por torneos, el técnico nervionense ha dirigido al plantel blanquirrojo en 84 partidos en la Liga, consiguiendo 48 triunfos, un 57% de éxito en este parámetro y un nuevo 81% de imbatibilidad, añadiendo los veinte empates y las pocas derrotas, dieciséis. En Europa, Lopetegui ha comandado diez choques en la Liga de Campeones, ganando cuatro de ellos y empatando otro par, mientras que en la UEFA Europa League ha resultado victorioso en un extraordinario nueve de doce encuentros, un 75% de éxito y un 92% de imbatibilidad. Asimismo, en la Copa del Rey un 82% de victorias, con nueve en los once disputados”, aseguró una nota publicada en la página oficial del Sevilla.

El equipo blanco, aparte de su excelente posición en la tabla y tras sumar una sola derrota en 10 partidos oficiales, es el menos goleado de la Liga Santander (sólo 3 tantos encajados) y uno de los más seguros de las grandes ligas europeas. Los de Lopetegui han acabado con su puerta a cero en cinco encuentros y, lo mejor, dan la sensación de conceder muy pocas ocasiones de gol en cada encuentro.

La web del Sevilla continuó destacando que el equipo nervionense ha ganado 21 partidos a domicilio en la Liga con Lopetegui de un total de 42, “lo que dicta que los sevillistas vencen en uno de cada dos partidos lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán”. Lopetegui consiguió nueve victorias como visitante en la Liga en la 19-20, diez en la 20-21 y sumando dos hasta el momento en esta 21-22.

Se puede entender que haya momentos en los que el sevillismo quiera más emoción en los partidos, aunque después en otros se queja de que su equipo gana “sufriendo”, pero negar el trabajo que está realizando el ex seleccionador nacional es desafiar la realidad no sólo de los números sino también de las sensaciones. Quizá es que la sensación de seguridad (es el equipo que menos ocasiones concede) no gusta. O como dicen los más críticos, “aburre”. La asignatura pendiente es emocionar más con su fútbol de ataque. Porque en resultados es difícil hacer más.

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