Bono le ha dado al Sevilla muchísimo más de lo que le ha quitado, pero no va guardar un buen recuerdo de la visita al Santiago Bernabéu en la que se jugaban el liderato. Su error al no atrapar el balón en un lanzamiento lejano de Militao cambió el curso del encuentro. Rafa Mir, que se está asentando a su estilo, lo había puesto todo de cara antes. El murciano, como Montiel, responden a Lopetegui. 

Bono | Arriesgó al elegir el blocaje por el despeje y lo pagó carísimo.

Corría el minuto 32, en el estadio Santiago Bernabéu mandaba el Sevilla, pero en escenarios como el madridista, para pescar puntos, es vital que el portero visitante esté realmente bien porque suele tener mucho trabajo. Y esta vez, no ocurrió ni lo uno ni lo otro: ni Bono tuvo que emplearse a menudo, porque apenas le remataron tres veces entre los tres palos, ni cumplió en su labor. Bastante hizo con rozar el tiro de Vinicius, potente y cruzado a la escuadra, pero en ese lejano lanzamiento de Militao se vio tan sobrado, que eligió blocar en lugar de despejar. No lo hizo y todo cambió.

Rafa Mir | Sacaba de su zona a los centrales, pero si nadie lo apoya desde atrás...

El delantero murciano, con sus limitaciones técnicas cuando se trata de controlar o tocar, se abre paso con su intensidad y su despliegue cuando arranca. A pesar de su corpulencia, disfruta con el juego al espacio por su zancada, pero en la segunda parte echó de menos que alguien apoyara desde atrás. Aprovechó la indecisión madridista en el marcaje en un saque de esquina desde la izquierda para cabecear con la misma fuerza que tino.Estaba solo, sí, pero había que afinar en el testarazo para dibujar unja comba que salvara el enorme obstáculo que es Courtois.

Montiel | Su trabajo ante Vinicius fue notable, pero...

El argentino volvió a ser muy canchero ante el incordio que es marcar a Vinicius, un diablo en sus controles y arrancadas. No le dio espacio, adivinó sus movimientos y se impuso sin necesidad, casi nunca, de cometer faltas. Incluso tuvo momentos para probar suerte en ataque. Pero en la fase que debió defender ya más atrás, tanto insistió el Madrid que el control orientado y el obús del brasileño fue indetectable ya para él.

Ocampos | Su sobreactuación se le volvió en contra

Los árbitros ven los partidos de fútbol en la televisión y saben que Ocampos le suele añadir un plus de teatralidad a las acciones en las que hay fricción, que suelen ser casi todas por su forma de jugar. Y esa sobreactuación le vino en contra en la acción polémica del partido, cuando quebró a Alaba en el área y el austríaco, al meter la pierna, impactó claramente en el pie derecho del argentino.