Primer examen con fuego real para el Sevilla de Jorge Sampaoli. El piropeado, a veces exageradamente, conjunto del técnico argentino afronta en Lyon uno de esos partidos que pueden marcar una temporada entera. La razón es bien fácil, cuando los sevillistas golearon con suma facilidad al Dinamo de Zagreb se sintieron ya prácticamente clasificados para los octavos de final de la Liga de Campeones, seis puntos de ventaja a falta de dos jornadas para que el Grupo H quedara finiquitado, qué podía ocurrir para que la dicha no fuera completa. Pero hubo quien esa noche pensó que el gol final de Tolisso en el Juventus Stadium le podía poner muchas dificultades a esa clasificación que todos daban prácticamente como cerrada. Así fue y el cuadro nervionense está obligado a perder por menos de dos goles para meter su bolita en el sorteo de los octavos del próximo lunes.

Posibles alineaciones.

Tampoco había que ser un lince en la materia de los pronósticos deportivos para vaticinar una situación como la que hoy deberá afrontar la tropa de Sampaoli en el extraordinario Parc Olympique Lyonnais, un recinto espectacular con capacidad para unos 57.000 espectadores sentados construido para la reciente Eurocopa disputada en Francia. Bastaba con que el Sevilla cayera frente a la Juventus en casa, cosa tan probable como que se dio pese a que en ello tuviera mucho que ver la actuación de un inglés apellidado Clattenburg, y con que el Lyon sacara los tres puntos de su visita al Dinamo de Zagreb, algo que han conseguido los otros tres equipos del grupo cuando éste se finiquita en la noche de hoy.

Sí, la distancia era de seis puntos a falta de seis por litigar, pero podía ocurrir lo que sucedió en la quinta jornada del Grupo H. Y ese gol de Tolisso, por tanto, ha conducido a dos cosas. La primera pertenece al pasado y por mucho que entre en el apartado de fútbol ficción difícilmente hubieran jugado los sevillistas con tanta distracción el choque en Granada para perderlo de la manera en que lo hicieron. La segunda es la que mete a los sevillistas en ese futuro más inmediato, la que tiene que ver con el durísimo examen que deberán afrontar esta noche en un estadio que puede convertirse en una olla a presión. Sirva como referencia que la asistencia oficial al Lyon-Juventus se cifró en 53.907 espectadores, aunque para hoy se anuncian unos 52.000 debido a la polémica por el alto precio de las entradas, con 245 euros para la zona más cara. Bruno Genesio lleva pidiendo ruido desde el triunfo de su equipo en Zagreb para tratar de intimidar al Sevilla y lo va a tener.

Ahí, por tanto, estará una de las claves de este examen para Sampaoli y los suyos. Con el argentino en la grada por la expulsión que sufriera por protestarle a Clattenburg en el choque frente a la Juventus, la personalidad de sus hombres será fundamental para afrontar el chaparrón que se les avecina. Juanma Lillo será el encargado de inocularles el veneno necesario para estar muy metidos en el juego desde el minuto uno hasta el noventa y pico. El veneno y el fútbol, claro, pues el técnico vasco apuesta siempre mucho más por el juego que por los valores relacionados con la hombría y con otras cuestiones que tanto les piden los aficionados a los suyos cada vez que tienen una cita así.

Hasta ahora, el Sevilla ha demostrado que no ha perdido absolutamente nada del gen ganador que lo distinguiera durante las tres temporadas anteriores a las órdenes de Unai Emery, incluso lo ha sacado a relucir para sacar adelante citas complicadas en los últimos minutos de las mismas. La cuestión es volverlo a demostrar en esta visita a Lyon. Gran parte de su futuro en la Liga de Campeones dependerá de ese aspecto anímico, algo que los Sergio Rico, Pareja, Iborra, N'Zonzi y Vitolo, por citar a cinco de los futbolistas que integran la columna vertebral del equipo, han evidenciado dentro de un campo de fútbol en más de una ocasión. En muchas más.

Otro aspecto a tener muy en cuenta es el estado físico en el que se encuentren algunos de los pilares del edificio sevillista. En realidad, el fundamental es el francés Nasri, quien lleva un mes parado desde que precipitara su reaparición contra el Barcelona. El marsellés es una pieza fundamental para que el Sevilla se encuentre cómodo con la pelota, entre otras cosas porque le facilita mucho la salida del balón a un N'Zonzi que estará más motivado de la cuenta incluso por enseñar su nivel futbolístico en su país natal, algo que no le ha permitido hasta ahora el seleccionador, Didier Deschamps.

Los mimos a Nasri han sido muchos para tratar de que llegara en las mejores condiciones a esta cita tan trascendental, algo que no ha escondido ni siquiera Sampaoli en sus diferentes ruedas de prensa, pero habrá que ver cómo se ha recuperado de esos problemas musculares en una zona en la que ya tuvo una lesión muy grave en su etapa en el Manchester City. El francés, además, cobra mayor trascendencia ante la ausencia por sanción de Franco Vázquez. Sampaoli incluso aventuró ayer que será decisivo esta noche.

Otro futbolista con problemas es el lateral izquierdo Escudero, pero todo parece indicar que inicialmente podrá salir al césped del Parc Olympique Lyonnais para dotar de profundidad a su banda junto a Vitolo. A partir de ahí, quiénes serán los elegidos por Sampaoli y cómo los dispondrá sobre el césped es algo que sólo estará en la cabecita del entrenador argentino y tal vez de sus ayudantes más directos. ¿Tres defensas o cuatro?, ¿un medio centro junto a N'Zonzi o sólo Nasri a su lado?, ¿dos delanteros al no estar Franco Vázquez en un día en el que teóricamente los suyos van a ser atacados?... Ésas son las incógnitas que sólo podrán ser despejadas una hora y media antes cuando la UEFA dé las alineaciones oficiales. Lo que sí es seguro es que el Sevilla deberá mejorar sus prestaciones ofensivas para tratar de empatar o ganar aquí; lo contrario, aunque perder por un gol le vale también, sería un sufrimiento constante para un equipo que no fue construido para hacerse fuerte en la defensa. Será difícil este primer número circense en el que no existe red protectora. Siempre habrá quien alegue que la Liga Europa es la competición del Sevilla, pero esta vez se vendió otra ilusión y eso es lo que está en juego esta noche en Lyon.