En-Nesyri, con sus limitaciones técnicas, acaba apareciendo arriba y genera peligro. Lo dejó claro días atrás, cuando estuvo a punto de sellar la victoria ante el Mallorca obligando a Reina a hacer una gran parada, y lo volvió a dejar claro en el Wanda Metropolitano, donde al fin acertó a la segunda, tras un primer testarazo al larguero cinco minutos antes del gol.

Koundé | Está acabando cerca de su nivel óptimo, y eso es muchísimo

Otro partido defensivo casi impecable el del zaguero francés, que está acabando la temporada con un rendimiento regular y cercano al nivel que puede dar, lo que supone muchísimo para el sistema defensivo del Sevilla. Ha dejado atrás esas súbitas desconexiones en jugadas puntuales, no cometió pérdidas peligrosas atrás (ayer el equipo lanzó más en largo desde atrás) y su rapidez en la anticipación y la reacción neutralizó las acometidas de dos amenazas como Griezmann y Luis Suárez.

Óliver Torres | Su templanza sí es virtud arriba para colgar centros

El centrocampista extremeño salió en el minuto 57 por un desdibujado Rakitic y en la gestación del juego desde atrás no es que mejorara la fluidez, entre otras cosas porque con su intrínseco ritmo, aun recién salido al campo y fresco, le cuesta llevarse los balones divididos y se deja ganar la partida en situaciones ventajosas. Pero cuando se acerca al área, tiene el aplomo para levantar la cabeza y templar centros medidos. Dos le puso a En-Nesyri: un balón al larguero y otro a la red.

En-Nesyri | Su gran juego aéreo acabó abriendo el cielo

Su torpeza en controles y a veces en remates volvió a aparecer en un gran balón de Acuña que se le fue y en un remate que cruzó mucho tras otra asistencia de Delaney, se distrajo en el 1-0 además. Pero en sus testarazos al larguero y a la red apareció ese puntal por arriba de la pasada campaña. Ahí sí desequilibra. Y trabajó lo suyo, como siempre.

Lucas Ocampos | Se va la temporada y no se ha reencontrado

Uno de los jugadores primordiales en la primera temporada de Julen Lopetegui, Lucas Ocampos, ve cómo se consume la temporada y sigue sin reencontrarse. El potente y vertical extremo que tantos partidos solucionó dejó paso a un confundido jugador que es puro atropello. Y lo peor: juega ya sin ese furor.