El complicado reto de eliminar los errores con la calidad justa
Almeyda se desespera pidiendo concentración a sus jugadores y trabajando con ellos para corregir los fallos individuales ante la patente falta de calidad de la plantilla; En todos los partidos, incluso en los ganados, ha habido situaciones graves y evitables
Si cimbrea el único pilar visible...
Decirlo es fácil, trabajarlo es el único camino posible y la herramienta mágica es la calidad. El fútbol es un juego de errores y aciertos, no hay otra lectura, y el secreto está en provocar el fallo del contrario para que el acierto propio se convierta en gol.
Matías Almeyda, prácticamente en todas y cada una de las ruedas de prensa que ha protagonizado como entrenador del Sevilla, ha hablado de la necesidad –también de la obligatoriedad– de corregir los errores trabajando en los entrenamientos. Cada derrota, cada revés en la actual Liga, ha llegado tras un fallo individual que ha costado un gol, un penalti (el Sevilla es el más castigado en este aspecto), un empate, una derrota...
El entrenador argentino manda continuamente un mensaje sobre la calidad de la plantilla que al principio parecía una frase hecha y que ya no cae en saco roto. “No nos sobra nada”, “soy consciente de hasta dónde podemos llegar”, “sé cómo estábamos en pretemporada y en el arranque de la Liga”, “somos el equipo que menos ha invertido en fichajes”... Todos esos mensajes han salido en algún momento de la boca del técnico elegido por Antonio Cordón para liderar el proyecto y la clasificación no dicta nada más que la realidad.
Hasta en los partidos que el Sevilla ha ganado, los hombres de Almeyda se han tenido que sobreponer a errores graves puntuales en algunos casos y continuados en otros. En Montilivi, en la primera victoria, los aciertos de Nyland superaron los errores de sus compañeros, que los hubo y bastantes. Bueno, los de Nyland y los de Alfon y Vargas, autor éste de dos asistencias. En Mendizorroza, los aciertos, por ejemplo de Carmona y Álexis Sánchez en el 1-2, pudieron más que el error garrafal de Marcao ante aquel penalti tirándose encima de Carlos Vicente. En Vallecas, Vlachidimos fue el héroe en uno de los peores partidos del Sevilla esta campaña pese al triunfo. E incluso en la goleada al Barcelona el fallo enorme de Januzaj en aquel penalti a Balde también tuvo una contraprestación brutal con la efectividad que ya el equipo había apuntado en Vallecas.
Lo demás ya se sabe. Los errores del belga y Marcao ante el Mallorca, de Carmona ante la Real Sociedad, de Nianzou con el Villarreal, de Nyland en la falta de Rafa Mir ante el Elche o de Nianzou y de nuevo de Marcao en el Metropolitano...
Lo último que ha trascendido de las entrañas del vestuario tras la derrota ante el Atlético es que Almeyda está muy, muy enfadado con esta situación y que ya no sabe cómo trabajarla. Lo considera en muchos casos una falta grave de concentración, algo que no se puede permitir en un grupo cuando la calidad no sobra precisamente. “Lo mejor de todo es que el que falla está dispuesto a escuchar las correcciones”, ha dicho el bonaerense, pero a veces eso no es suficiente...
Temas relacionados
No hay comentarios