DIRECTO Jueves Santo en Sevilla, en directo | Semana Santa 2024

El tiempo El tiempo en Sevilla para el Jueves Santo y la Madrugada

Sociedad

Alejandro Palomas relata los abusos que sufrió en La Salle: "Duraba tres minutos el máster y luego empezaba el infierno"

Alejandro Palomas, en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla.

Alejandro Palomas, en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla. / BELÉN VARGAS

Hace ya dos años que Alejandro Palomas contó en una columna que un religioso abusó de él siendo un niño. Desde entonces no había hablado de nuevo de ello. Ha sido en el programa de radio "Hora 25" cuando ha decidido dar voz a las vejaciones que sufrió en el colegio 'La Salle Premiá de Mar'. 

"Nos remontamos al año 75. Tenía unos ocho años. Yo estudiaba en el colegio 'La Salle Premiá de Mar' y tengo mal recuerdo de mi infancia", comenzaba a relatar. "Viví una infancia muy triste. Era un niño muy introvertido, muy solitario, hipersensible. Era un niño diana". 

"Fui acosado, abusado y agredido sexualmente. Pasé por las tres fases. Cuando uno es agredido es violado. Por un religioso, docente, del colegio de La Salle y esto fue desde finales de curso de EGB, durante las colonias entre cursos y hasta más o menos poco antes de Semana Santa de quinto de EGB", continuaba.

Se refiere a su abusador con la inicial de "L". "Prefiero no decirte su nombre ni si es su inicial real. No te digo que no. El 'hermano L' era un tío como muy popular. Era muy extrovertido, muy afable, era como el gran papá y yo era un niño muy vulnerable. Empezó la historia porque yo empecé a enfermar. Empecé a enfermar cuando estaba en el colegio, tenía mucha amigdalitis y enfermaba muy rápido. El proceso era llamar a casa, me llevaban a casa y el que me llevaba era él. Y durante esos viajes ahí empezaron los abusos", cuenta el escritor. 

En esos viajes a casa comenzó el infierno de Palomas. "Me bajaba los calzoncillos, me hurgaba y me metía mano. Intercalaba eso mientras se masturbaba. Temía ponerme enfermo porque temía estos viajes. Mis padres lo querían mucho", narra.

En uno de los muchos episodios sobrecogedores que marcaron la vida de Alejandro, cuenta que el religioso paró el coche en mitad de una riera, entonces "Entró en la parte de atrás, me incorporó, me puso la cabeza en sus piernas y a partir de entonces me bajó los pantalones, los calzoncillos, intentó masturbarme. Al mismo tiempo que él se masturbaba. Ahí ocurrió algo y él terminó, eyaculó, entiendo y cuando pasó esto se enfadó muchísimo porque él tenía momentos de violencia. Cambios de humor mientras ocurría esto. De repente me echó a un lado y cuando bajó del coche me dijo una frase que se repitió mucho", denuncia Palomas, que ha confesado la frase: "¿Ves lo que me haces hacer?".

Asegura que mientras sucedieron estos hechos no contó nada a nadie, tampoco a sus progenitores. "En aquel momento yo no sabía que lo que estaba viviendo era horrible. No sabía si era horrible por mí, no sabía hasta qué punto yo tenía la culpa de eso. Era un niño que buscaba protección e inconscientemente pensaba que era el precio que tenía que pagar", cuenta.

Pero para Alejandro Palomas el gran punto de inflexión llegó cuando el abuso pasó a ser una violación. "El gran punto de inflexión físico fue la violación. La violación ocurrió en la casa de colonia. Verano, entre cuarto y quinto. Estaba jugando un partido de tenis. Alguien me tiró una piedra y me fue a dar en el ojo, me reventó el cristal de las gafas y tenía todos los cristales incrustados en el ojo. Me llevaron a la enfermería y el encargado era el 'hermano L'. Estuvieron durante mucho rato quitándome los cristales de los ojos. Me quitaron la ropa y me quedé solo en calzoncillos. Él decidió que tenía que quedarme ingresado 24 horas, en observación. Me tumbaron, me pusieron una sábana y ya. A la hora de dormir vino él y lo que hizo fue decirme que como tenía tanto miedo de que yo me hiciera daño, lo que hizo fue atarme las manos (...) Me puso de lado y se fue. A partir de ese momento llegó la noche más larga de mi vida de niño. Entré niño y salí superviviente", dice. 

Respondiendo a la pregunta de qué ha sucedido con el religioso comenta que sigue vivo, pero que nunca ha regresado a ese pueblo. "Nunca he vuelto a ese colegio. Me parece imposible". Y explica que los delitos que este hombre cometió ya "están prescritos". "Él es un nombre, uno de muchísimos. Creo que de alguna manera, yo, el Alejandro que tiene cierta relevancia, puede poner un poco de cara a esto. Porque hay muchos 'hermanos L' los hubo y hay. Hay muchos hombres que además han visto mermada su masculinidad. De esta parte nadie habla", afirma.

"Uno siente que está manchado por dentro, como esas manchas que no salen nunca. O tiro el suéter o me acostumbro a la mancha y no la veo." Añade además: "Siempre creí que no me querrían por esto". dice finalmente.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios