Este año se podrá ver la estrella de Belén en el firmamento pero, en el caso de que no puedan verla, habrá momentos más dulces esta Navidad. Uno de ellos podría ser la visita al pueblo cordobés de Rute, una localidad que ha conseguido elaborar el Belén de chocolate más grande del mundo, entrando así en el libro Guinness World Récords.

Una de las empresas dedicadas a los dulces navideños más emblemáticos de Rute ha llevado a cabo este hito para la historia de los portales. Jorge Garrido, maestro chocolatero de Galleros Artesanos, ha comentado que la elaboración de esta construcción "ha necesitado 1.500 kilogramos de chocolate y se ha utilizado en todas sus modalidades: con leche, blanco y negro. Además, este minucioso trabajo se ha llevado a cabo por las manos prodigiosas de "7 maestros chocolateros" y el proceso ha tenido una duración que ha ido del "mes de marzo a finales de agosto".

Galleros artesanos es una empresa familiar que tiene su origen hace ya más de 90 años, gracias al esfuerzo y trabajo de Loreto Garrido, fundador de la empresa que aprendió el oficio gracias a su familia. Junto a su mujer e hijos, han conseguido fraguar una de las compañías más dulces de toda España. Prueba de ello es este Belén que los visitantes podrán disfrutar en las instalaciones del museo del chocolate que gestiona Galleros Artesanos.

Rute, entre el chocolate y el anís

Esta pequeña localidad en plena Subbética cordobesa, es el paraíso para los amantes de estas fiestas. Además, aquellas personas con buen paladar podrán disfrutar de su gastronomía y de museos como el del turrón, mantecados y mazapanes o el del azúcar. Aún así, otra de las joyas de la corona de Rute es el anís.

Esta bebida es uno de los símbolos del municipio. Juan Cruz, quemador Destilerías Altamirano, afirma que la esencia y secreto del anís se encuentra en "la destilación y los productos naturales". En cuanto a estos últimos, son perfectos para realizar el pacharán o el licor de Guindas.

Rute es, sin lugar a dudas, uno de los rincones de Andalucía que es de obligado cumplimiento visitar en estas fiestas navideñas. Ya no solo por sus dulces y anís, sino por la majestuosidad en forma de vegetación que rodea al pueblo, sus increíbles paisajes rústicos y unas parroquias que esconden largos siglos de historia en una provincia que enamora en su conjunto.