El número de fallecidos diarios con coronavirus en España cayó ayer a 523, lo que supone 44 menos que la jornada del martes. En total, 18.579 personas han muerto en España desde el comienzo de la epidemia. Los contagios, en cambio, experimentaron un notable repunte, con 5.092 nuevos casos (la cifra más alta registrada desde el día 9), lo que implica que ayer había 177.633 personas infectadas en todo el país.

Al margen de la tendencia a la baja en los a cantidad de fallecimientos, muy lenta pero según los expertos consolidada, el dato más abiertamente positivo se encontró, un día más, en las curaciones: 3.349 personas se recuperaron en la última jornada (un 4,96% que en la anterior), por lo que los ciudadanos que han recibido el alta desde el estallido de la emergencia sanitaria ascienden a 70.853, un 39,8% del total de infectados. Este dato sería aún más alentador si se supiera con certeza durante cuánto tiempo las personas que han superado la enfermedad quedan inmunizadas. Pero de momento esta información, que sería clave para tomar con mayor certidumbre las medidas de desescalada, no se conoce.

El Ministerio de Sanidad interpreta que la aceleración de la propagación se debe a los reajustes del fin de semana, unos días en los que suelen producirse retrasos en las comunicaciones oficiales por parte de las comunidades autónomas (el ya conocido efecto fin de semana), con la particularidad además de que era el primero tras los festivos de Semana Santa. Pero sobre todo, según indicó el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, las autoridades atribuyen este llamativo repunte en la transmisión del virus al aumento de los test que se están realizando, los cuales están haciendo aflorar muchos más casos que antes no podían confirmarse.

Por ello, resaltó Simón, es más que previsible que el número de nuevos contagios siga creciendo varias jornadas más, en paralelo a la incorporación en las estadísticas de los datos que arrojan las crecientes pruebas diagnósticas, muchas de las cuales se han efectuado a enfermos asintomáticos, explicó. El epidemiólogo reclamó por tanto “cautela”, ya que debido a este nuevo factor la evolución de la curva va a ser más “difícilmente interpretable” durante los próximos “dos o tres días”.

Va a ser muy difícil “ubicar en el tiempo” cuándo se produjo el contagio de los pacientes asintomáticos, avisó Simón. En todo caso, los datos que Sanidad considera ya plenamente “sólidos” son los de los pacientes hospitalizados e ingresados en cuidados intensivos: de los primeros, hubo ayer 940 enfermos más en España, un aumento del 1,6% con respecto al día anterior (pero por primera vez este índice para medir la evolución de la epidemia baja del 2%). Con respecto a los ingresos en UCI, 73 personas necesitaron este refuerzo en la atención sanitaria del martes al miércoles, un 1,3 % más respecto a días anteriores. Son datos malos, en términos absolutos, pero esperanzadores si se leen en términos relativos, afirmó Simón, que insistió en que se mantiene la dinámica “descendente”.