La Policía detuvo a un hombre de 43 años por la muerte de su hijo de 11 años en el municipio de Oza Cesuras, en La Coruña, cuya desaparición había sido denunciada el domingo por la madre, después de que no le devolvieran al menor al finalizar el régimen de visitas.

Fue el propio progenitor, tras confesar la autoría, quien condujo a los agentes por la tarde a un paraje de monte en A Barra, en la parroquia de Rodeiro, en Oza-Cesuras, en el que encontraron el cadáver. Los medios gallegos aseguran que el cuerpo del chico presentaba un fuerte golpe de un objeto contundente en la cabeza. El lugar de monte donde ha sido hallado el cuerpo del niño fue acordonado por las fuerzas de seguridad. El progenitor se encuentra arrestado en dependencias de la Policía Nacional de Lonzas en espera de pasar a disposición judicial cuando finalicen las diligencias policiales. El niño era estudiante del colegio San Francisco Javier de La Coruña, en el que su madre trabajaba de conserje.

"Todo apunta a un crimen de violencia machista", dijo la concejal de Igualdad y Diversidad del Ayuntamiento coruñés, Rocío Fraga durante la rueda de prensa convocada por la mañana. La edil detalló sobre lo ocurrido que el padre no entregó el domingo al niño en el punto de encuentro tras el fin de semana, por lo que la madre interpuso una denuncia por posible desaparición del menor.

Fraga se refirió a la "muerte no natural" del menor y apuntó que se trata "del peor acontecimiento vinculado a la violencia machista". El pequeño habría muerto supuestamente debido a un fuerte golpe con un objeto contundente, según fuentes de la investigación. Ésta es la principal hipótesis hasta que se conozcan los resultados de la autopsia.

La madre del niño presentó dos denuncias contra su ex pareja y padre del menor, la primera en 2008 que finalizó con una sentencia condenatoria por un delito de coacciones, mientras que la segunda se interpuso en 2013 por amenazas a través de las redes sociales, pero fue sobreseída. El alcalde de esta localidad, Pablo González Cacheiro, trasladó la consternación que vive el municipio, donde el padre del niño tiene familia y de donde es originaria su madre. "Es una pena todo, la gente está mal", indicó el alcalde, quien añadió que el padre del niño tenía problemas psiquiátricos: "Algo habrá porque matar a un hijo, algo tiene que haber fijo".