La icónica publicación de las Páginas Amarilla se entregará en marzo de 2021 por última vez en papel. El conocido directorio se ha trasladado a internet para ofrecer sus servicios a las pequeñas y medianas empresas para poder posicionarse con fuerza en el mundo digital. La guía se imprimirá por última vez el 22 de marzo para su versión en Teruel. 

El modelo de negocio estaba en decadencia, los suscriptores y anunciantes eran cada vez menos y el coronavirus ha adelantado los planes de cambio de estrategia para la publicación, según ha explicado la empresa que sostenía esta guía, BeeDigital. La marca pone punto final a más de medio siglo de historia. Ahora, se podrá ver en los museos y será considerada como un objeto de coleccionista. 

A pesar de la desaparición en papel, se podrá consultar a través de internet. Las nuevas tendencias llevan apuntado hace tiempo que las personas buscan por internet los bares u otros comercios. BeeDigital ha señalado que la transformación que van a realizar se enfoca en el asesoramiento a pymes, llevando toda la digitalización, creando una web, posicionando las empresas en los buscadores y gestionando las redes sociales. 

Primera guía 'big data'

Las Páginas Amarillas podrían considerarse como la primera guía de "big data", con cientos de números y nombres de particulares o empresas que llegaban a todas las casas de España. Se han llegado a editar 2.750 ediciones sin ninguna competencia y como única referencia durante décadas en el país. Hasta 300.000 firmas llegaron a estar inscritas. 

Por otro lado, los lectores se suscribían para recibir su edición y les llegaba a casa su respectivo tomo, sin el cual difícilmente podían relacionarse con las tiendas o comercios. Esta guía formaba parte de la actividad diaria, tanto profesional como personal. Desde consultar una operadora a reservar un restaurante o llamar a la peluquería. La práctica totalidad de la población, incluso los más jóvenes y adolescentes, ha llegado a utilizarla, aunque ya no fuera como en épocas pasadas.

Telefónica lo mantuvo entre sus activos con la liberalización. A finales de los noventa y principios de los 2000, se trataba de una empresa que cotizaba en bolsa separado de su matriz y que superaba en capitalización a grandes compañías. El negocio se desplomó en la primera década de este siglo y el relativo a la edición impresa de la guía cayó en desuso a medida que internet se extendía en todas las capas de la sociedad y el desarrollo tecnológico era imparable durante todos estos años. 

Las Páginas Amarillas formarán parte de la historia de millones de personas que, muchísimas veces la consultaron, y podrán seguir haciéndolo a través de internet para buscar empresas y particulares que puedan proveer de un producto o un servicio.