Educación

Vuelta al cole: la educación vial se estrena en las aulas

Alumnos en imagen de archivo.

Alumnos en imagen de archivo. / R. D.

Los niños y adolescentes se enfrentan a un nuevo curso escolar cargado de novedades académicas, entre ellas, la introducción por primera vez de la educación vial en los currículos de todas las etapas educativas. El objetivo es concienciar sobre una movilidad cada vez más segura y sostenible.

Conocer las normas de circulación, adquirir valores de convivencia, saber identificar situaciones de riesgo o prepararse en el manejo de la bici son algunos de los contenidos que los alumnos estudiarán desde infantil hasta bachillerato durante este curso, que comenzará entre el 5 y el 12 de septiembre dependiendo de la comunidad autónoma.

Materia obligatoria

Hasta ahora la educación vial era una materia transversal, en la que "se pasaba un poco de puntillas", asegura en una entrevista con Efe María José Aparicio, subdirectora general de Formación y Educación Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Este curso, por primera vez, la Ley Orgánica de Mejora de la Ley de Educación (Lomloe) y los posteriores reales decretos de desarrollo de la misma han introducido objetivos específicos de seguridad vial en todas las etapas educativas, que se integrarán de manera transversal en diferentes asignaturas.

"Se le ha dado mucha importancia, se va a impartir de manera obligatoria y va a ser evaluable. Es un paso adelante muy importante", subraya Aparicio.

Destaca la importancia de inculcar a los alumnos "un principio fundamental", el de la convivencia, ya que la movilidad está cambiando, "el conductor del coche ya no es el amo, hay distintos usuarios y tenemos que convivir entre todos".

Educación adaptada

Los responsables de Tráfico llevan tiempo "peleando" por llevar la educación vial a las escuelas y, según Aparicio, en esta ocasión "se ha llamado a la puerta del Ministerio de Educación, que ha recogido el guante y ha ido más allá de lo que pensábamos".

En infantil la educación vial se incluye en una asignatura denominada Crecimiento en Armonía, en la que a los más pequeños se les empieza ya a hablar de desplazamientos y hábitos y de cómo tienen que identificar las situaciones peligrosas.

En primaria se introduce en la asignatura de Educación en Valores, en la que se aborda la seguridad vial más enfocada a hábitos saludables y todo lo que tiene que ver con la movilidad segura y sostenible.

Además, en esta etapa, se estudiará en Conocimiento del Medio, en la que los contenidos giran en torno a la ciudad como un espacio de convivencia y se empiezan a enseñar las normas de circulación.

También en secundaria está incluida en Educación en valores, pero igualmente en Física y Química, por ejemplo, cuando se estudien las leyes de Newton, o en Geografía e Historia al tratar el desarrollo de las ciudades como espacios de convivencia.

"Se ha hecho bastante bien porque se ha introducido la educación vial en todas las etapas educativas de una forma progresiva adaptada a la evolución del niño y a su participación en la movilidad", asegura Aparicio, aunque, advierte, "dentro de poco pediremos más".

Educación física

Lo más novedoso "probablemente", según la subdirectora, es la importancia que se le da a la seguridad vial en la asignatura de Educación Física.

En el primer ciclo de primaria el aprendizaje girará en torno al niño como peatón y el segundo se abordará no solo la circulación en bicicleta sino también el propio manejo de este medio de transporte, que incluye su mantenimiento o las destrezas que hay que tener antes de salir a circular.

"Muchas veces al niño le regalan una bici y no sabe por dónde puede ir, si tiene o no que llevar casco, etc..". Y para ello, los alumnos "se van a montar en la bici", asegura.

En la etapa de secundaria, se tratarán ya temas como la actuación en caso de accidente: las conductas PAS (proteger, avisar, socorrer).

En bachillerato el peso de la materia recae en Educación Física, que solo es obligatoria el primer año, y se incluyen temas como el consumo de alcohol como factor de riesgo. "Se pretende situar ya al alumno como un ente crítico ante accidentes u otras situaciones de peligro", precisa Aparicio.

Dinámica de grupo

Además de los libros de texto, que se han tenido que adaptar, la DGT ha puesto a disposición de los centros educativos recursos didácticos, a través de diferentes programas y materiales, adaptados a las necesidades específicas de cada etapa.

Uno de ellos, dirigido a los adolescentes, es el llamado "Scape Room", una actividad tanto física como virtual relacionada con un accidente de tráfico, en la que los alumnos disponen de una hora para resolver una serie de algoritmos y conseguir un objetivo.

A este colectivo de alumnos está también enfocado el programa europeo Safety Tunes, que consiste en talleres en los que se realizan dinámicas de grupo durante tres o cuatro horas, que se basan en "Siéntelo, conócelo, hazlo y difúndelo".

La DGT está en contacto con algunas universidades para introducirlo el año que viene, ya que son actividades, según Aparicio, "que tienen muy buenos resultados en la concienciación de los jóvenes".

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