Un total de 368 globos blancos lanzados al aire, la cifra de días que lleva desaparecida Manuela Chavero, recordaron ayer en Monesterio (Badajoz), donde se le perdió la pista, a esta mujer de 43 años, y a la que la sociedad extremeña expresó su cariño con una concentración multitudinaria.

La plaza de la Iglesia, presidida desde hace un año por una gran pancarta con la fotografía de Manuela, se tiñó de blanco para que no se olvide su caso, en el que la Guardia Civil trabaja desde el 5 de julio del pasado año.

A la concentración asistió el presidente regional, Guillermo Fernández Vara, junto a otros representantes institucionales.

En el domicilio de Manuela nada estaba forzado, sobre su cama estaban los pantalones que había llevado el día anterior, la luz del salón y de la cocina estaban encendidas, al igual que la televisión, y su cartera y su teléfono móvil estaban allí, con una última conexión a las 01:55 de ese día.

Desde entonces, nada se ha sabido o poco ha trascendido de la investigación oficial de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, ni han dado resultado las batidas llevadas a cabo, algunas organizadas por la Fundación QSD Global Europea, que preside el periodista Paco Lobatón. Tampoco arrojó nada el rastreo que hizo el Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Badajoz y Sevilla en el pantano de Tentudía, con el apoyo de un robot submarino.

En estos 12 meses incluso se ha tomado declaración a una persona en calidad de investigada, que quedó en libertad sin ninguna medida cautelar, y la Guardia Civil intervino tres vehículos a vecinos del municipio para analizarlos.

"No sé que final va a ser", dijo ayer la hermana de la desaparecida, Emilia Chavero, quien apuntó, no obstante, que se sigue la pista a tres sospechosos. Ella y el resto de familiares recibieron el cariño de sus vecinos y de representantes de la vida política y social extremeña.