Miles de ciudadanos se echaron a las calles de la ciudad inglesa de Liverpool para protestar contra las nuevas restricciones que han entrado en vigor este miércoles en vigor. Abarrotaron bares y pubs y también bebieron en las calles en una suerte de multitudinario botellón en el que llegaron a rodear a los coches de policía que intentaban dispersar a los concentrados.
Una nueva escala de tres niveles de alerta sobre la Covid-19 entra en vigor este miércoles en Inglaterra, donde precisamente el área de Liverpool, en el noroeste, es la más afectada por la propagación del coronavirus. La mayoría de Inglaterra está en el nivel más bajo de esta escala, que implica la prohibición de reuniones de más de seis personas y el cierre de locales de hostelería a partir de las 22:00.
Los responsables sanitarios del Gobierno tienen previsto reunirse para decidir si otras zonas del norte inglés, como el llamado Gran Manchester, Lancashire y otras áreas deben entrar en el tercer nivel para limitar el movimiento de la población. Según las últimas cifras oficiales, en el último día han fallecido 143 personas por la Covid-19 en el Reino Unido y se han registrado 17.234 nuevos contagios.
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