La madre de Andrea, la niña de 12 años con una enfermedad neurodegenerativa irreversible, Estela Ordóñez, confirmó ayer que "se empezó a cumplir la voluntad" de su hija de "no seguir sufriendo". "Como bien dije el lunes, ésta sería una semana delicada y puedo ya asegurarlo. Se empezó a cumplir la voluntad de mi hija, no seguir sufriendo", afirmó Ordóñez a través de su cuenta de Facebook después de que el equipo médico del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago accediese a retirar la alimentación artificial a la menor al empeorar su estado.

Además, la madre señaló que le "tranquiliza mucho que el juez y el forense, junto con otros profesionales, decidieran no cerrar el caso y tener un seguimiento exhaustivo de que se cumple lo dicho por el hospital".

"Con respecto a la Justicia me siento muy respaldada, algo importantísimo psicológicamente para poder acompañar a mi princesa en sus últimos días o semanas", manifestó.

También agradeció la "divulgación, comprensión, apoyo y cariño" en este caso. "Es triste tener que haber llegado a esta situación, de verme en la tesitura de luchar hasta en la despedida de ella, después de tantos años intentando hacer lo mejor posible para que su vida fuera lo más feliz posible", apuntó. "No me arrepiento de mi actuación", subrayó Ordóñez, "si eso ayudó a no fallar" a su hija "y luchar por sus derechos y que éstos se comenzasen a cumplir. Muchísimas gracias desde lo más profundo de mi alma".

A propósito de este caso, el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, recordó en una entrevista en TVE que ya existe una ley estatal que "da cobertura" a situaciones como la de Andrea y consideró que "abrir otro debate generaría una polémica que situaría en una posición incómoda a todos y no arreglaría nada".

Alonso, que dijo que no había hablado con los padres de Andrea, les trasladó un "mensaje de comprensión y de profundo afecto, porque han dado mucho por su hija y han peleado durante muchos años". El ministro explicó que la Ley de Autonomía del Paciente "da cobertura a situaciones que diariamente ocurren en los hospitales y que son atendidas por los médicos de manera profesional".

Esta norma, a su juicio, contiene garantías de que "nadie puede ser obligado a recibir un tratamiento que no quiere, que todo el mundo tenga derecho a cuidados paliativos para tener un tránsito adecuado y morir con dignidad y que nadie tiene que ser sometido a encarnizamiento terapéutico o a terapias que son innecesarias".

"Es una previsión equilibrada y razonable", afirmó el titular de Sanidad, quien pidió confiar en los especialistas, ya que éstos "en el peor momento han ayudado a que el desenlace fuese mejor y más digno y eso es lo que se hace en España".

Preguntado también por este asunto, el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, aseguró que el programa del PSOE para las elecciones de diciembre no incluirá la eutanasia, pero sí abrirá un debate político y social sobre este tema, que, dado su carácter, requiere de un "amplio consenso".

Sí mostró su disconformidad la Asociación Española de Abogados Cristianos, quien solicitó ayer al hospital en el que está ingresada Andrea que no le retirase la alimentación y advirtió que denunciará al centro sanitario. Esta asociación lanzó una petición pública, dirigida al jefe de Pediatría del Hospital Universitario de Santiago, Manuel Castro, instándole a que "no termine con la vida de la pequeña Andrea".