Sociedad

La falta de medios dificultó el trabajo de los bomberos en Grecia

  • La mala planificación ayudó a que el fuego se propagara y complicó las tareas de extinción

Mangueras rotas, bocas de riego secas y camiones cisterna para los que los trabajadores pagaron la gasolina: éstas son algunas situaciones a las que se han enfrentado los bomberos en los últimos días para sofocar los fuegos que amenazaron Atenas. "Imagínense el desorden en la gestión de los incendios. Nos hicieron pagar, incluso, la gasolina para los vehículos con los que vinimos desde Salónica (a 500 kilómetros de Atenas) para ayudar", denunció ayer Nikos Sajinadis, presidente de los bomberos voluntarios de Grecia.

"No hubo ningún plan. ¿Dónde estaba Protección Civil, dónde estaban las advertencias a la población de que no respirase los humos dañinos de los incendios?", se preguntó. Los bomberos, además de tener que luchar contra las llamas, tuvieron otro enemigo más previsible: la falta de medios y de planificación, que dificultó aún más las tareas de extinción.

Un caso es el de las bocas de riego, que lucen lustrosas sus colores rojos en las afueras de Atenas. El problema es que no tienen agua, al parecer sólo funcionaron durante los Juegos Olímpicos de 2004. ¿Qué pasó? Nadie es capaz de contestar.

Los trabajadores anti-incendios, muchos de ellos con contratos temporales, sin la adecuada instrucción y con un sueldo base de 850 euros mensuales, tuvieron que recurrir a soluciones de emergencia, como drenar agua de las piscinas de las zonas residenciales.

Pero esos esfuerzos supusieron perder un tiempo precioso cuando el viento, a 60 kilómetros por hora, empujaba el fuego con una rapidez endiablada.

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