En el curso que ahora empieza, el 2019-20, aumenta por primera vez desde hace cuatro los alumnos de Bachillerato, unos estudios no obligatorios que veían disminuir sus matriculaciones y que siguen a la etapa de secundaria (ESO), en la que uno de cada cuatro estudiantes se queda en el camino.

"El hecho de que el alumno se dé cuenta de la diferencia que marca el tener unos estudios u otros a la hora de buscar un trabajo y el aumento del desempleo juvenil" son algunas de las razones que pueden estar detrás de este cambio de tendencia respecto al Bachillerato, señaló Iosu Mena, presidente de la Asociación de Directores de Instituto de Navarra (ADI).

En el curso 2015-16 se alcanzaron las 695.557 matriculaciones en Bachillerato, cifra que fue en declive en los siguientes: 687.595 (2016-17); 676.311 (2017-18); y 667.426 (2018-2019). Este curso, sin embargo, las matriculaciones de alumnos en Bachillerato (presencial y a distancia) remontan ligeramente y alcanzan las 672.524, lo que supone 5.098 más que en el pasado (0,8%).

También pueden pasarse a Bachillerato aquellos alumnos que acaban formación profesional de grado medio y eligen esa pasarela para seguir después hacia la Universidad, explicó el responsable navarro de ADI, colectivo que forma parte de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos.

Iosu Mena, que es también director del IES Alaitz de Barañáin (Navarra), insistió en destacar que, aunque el Bachillerato no sea una etapa obligatoria, puede llegar a "ser la diferencia" a la hora de emplearse.

Según el informe Datos y cifras del curso escolar 2019-20, del Ministerio de Educación y Formación Profesional, publicado ayer, 8.237.000 alumnos se han matriculado en enseñanzas de régimen general no universitarias, que engloban Educación Infantil, Primaria, Educación Especial, Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato, Formación Profesional y otros programas formativos.

Esta cifra supone un incremento del 0,2% respecto al curso anterior, unos 20.000 alumnos más, pero el de segundo ciclo de Infantil (3-6 años), donde la escolarización es prácticamente plena, cae en 12.000 alumnos respecto al curso anterior (-0,9%), similar a lo que sucede en Primaria con 38.000 alumnos menos (-1,3%).

La caída de la natalidad desde 2009 está entre las causas de ese descenso en las primeras etapas educativas, lo contrario que en ESO, donde el alumnado crece en cerca de 40.000 (2%) respecto a la cifra del curso anterior precisamente por el número de nacimientos al principio del siglo.

La tasa bruta de población que finaliza ESO fue del 75,5% en el curso 2016-17 (último dato conocido), mayor entre chicas (80,9%) que entre chicos (70,5%).

Por otra parte, este curso la Formación Profesional, una de las grandes apuestas de los últimos gobiernos, sigue sumando estudiantes y la eligen 862.000 personas, 23.000 más que el año anterior.