La ola de tormentas y tornados que asola el sur de Estados Unidos se ha cobrado en tan sólo dos días al menos 48 vidas y ha provocado heridas a alrededor de un centenar de personas, según las autoridades.

El estado más afectado por este temporal es Tennessee, donde han muerto 28 personas, aunque también han sufrido duras consecuencias Arkansas, Alabama y Kentucky, mientras el Servicio Nacional de Meteorología no descarta que se puedan producir nuevos incidentes.

La portavoz de la Agencia de Gestión de Emergencias estatal, Julie Oaks, ha afirmado que en la localidad de Jackson, en Tennessee, un tornado atrapó bajo los escombros a 15 estudiantes de una residencia universitaria y a medio centenar de ancianos que se encontraban en otra de jubilados, según informaciones de la CNN. "Parece una zona de guerra", explica el rector de la Universidad Union, David Dockery, quien ha confirmado la interrupción de las clase durante por lo menos dos semanas. Entre los fallecidos, se encuentran habitantes de algunas casas literalmente arrancadas del suelo por el aire.

En Arkansas, los distintos fenómenos climatológicos han provocado al menos 13 muertos en seis de sus condados, entre los que se encuentran tres miembros de una misma familia. Los incidentes han causado, además, problemas de transporte, mientras durante el día de hoy las autoridades se afanaban en hacer balance de las pérdidas y devolver la situación de normalidad, en la medida de lo posible, a los puntos más afectados.

Otras siete personas han muerto al oeste de Kentucky, lo que ha provocado la declaración del estado de emergencia en el condado de Muhlenberg, donde se han producido cuatro de los fallecimientos, por tres del condado de Allen.

Por otra parte, otras cuatro personas han perdido la vida en Alabama a causa de las tormentas, aunque los servicios de emergencia continúan buscando entre las viviendas y edificios dañados, por si pudiese quedar alguna persona entre los restos, lo que abre la posibilidad a un incremento en el número de víctimas mortales.