En 2020, el Colegio Oficial de Graduados Sociales de Sevilla se preparaba para celebrar el 50 aniversario de su creación, pero la declaración del Estado de Alarma por la pandemia de la COVID-19 dio un giro a los planes preparados para su conmemoración. El BOE declaró a los Graduados Sociales como profesión esencial y desde marzo de 2020 han venido desarrollando una ingente e importante labor en materia laboral y de la seguridad social, siendo los encargados de llevar a cabo la gestión de los ERTES y las diferentes ayudas legisladas para salvar el entramado laboral y empresarial del país. Ahora que se comienza a vislumbrar un futuro también se sitúan en la punta de lanza como principales asesores de empresas y autónomos para articular los planes de recuperación y resiliencia.

–El año pasado el Colegio Oficial de Graduados Sociales de Sevilla cumplió 50 años ¿Qué ha conseguido en estos años?

–A lo largo de estos años los Graduados Sociales de Sevilla han conseguido consolidarse como una profesión no solo necesaria sino esencial dentro del amplísimo y complejo entramado de las relaciones laborales. La consolidación de la profesión ha sido el fruto del trabajo de tantos compañeros y compañeras y gracias a su encomiable labor, ahora se está materializando en todos los logros conseguidos.

–Los Graduados Sociales han sido considerados como una profesión esencial durante la pandemia ¿Cuál ha sido su labor?

–Durante la pandemia la labor de los Graduados Sociales ha sido esencial y así nos declaró el Gobierno como actividad esencial a través del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, publicado en el BOE.Esto ha quedado patente con el importante e ingente trabajo que hemos venido desarrollando 24 horas al día y 7 días a la semana, interpretando normas que salían continuamente sin ningún descanso, trabajar con páginas webs que se colapsaban, así como las dificultades que hemos sufrido en el trabajo diario con las distintas Administraciones. Pero a pesar de todo esto, los Graduados Sociales hemos superado con creces esta situación a la que hemos sido sometidos y seguimos en esa misma línea de trabajo, esfuerzo y dedicación plena porque eso, en definitiva, lo llevamos en nuestros genes como garantes de nuestro lema de Justicia Social.Hemos gestionados todos los ERTES aplicados a las empresas y hemos sido artífices de la consolidación de prestaciones como por ejemplo la de desempleo, habiendo sido vital nuestra intervención en este campo.En definitiva, durante la pandemia hemos desempeñado un papel fundamental en la gestión de todos los ERTEs y ayudas para salvaguardar el presente y futuro de empresa y trabajadores.

–¿Cuál es la situación actual de la profesión?

–Pues la realidad es que se vislumbra una situación bastante halagüeña. Actualmente, los Graduados Sociales asesoramos a más del 80% de autónomos, pymes y trabajadores defendiendo sus derechos e intereses. Así, el desarrollo profesional que mantenemos en el área de Recursos Humanos, Prevención de Riesgos, Planes de Igualdad, Protocolos de Acoso, Registros Retributivos, Control de Horarios, Contrataciones, Convenios, Mediación en Conflictos Laborales, Constitución de Sociedades y muchas otras competencias demuestran la fortaleza y riqueza de una profesión con un presente brillante y un futuro aún más prometedor. Prueba de ello es que, según un estudio de Adecco, es una de las 5 profesiones más demandadas por las empresas, así como por los universitarios españoles que eligen el Grado de Relaciones Laborales y Recursos Humanos para desarrollar su carrera profesional como Graduado Social. Es por todo ello, la estrecha relación que mantenemos con la Universidad.

–¿Qué labor tiene el Graduado Social en la Jurisdicción Social?

–También es importantísima la labor que venimos desarrollando en la Jurisdicción Social como operadores jurídicos en materias como despidos, reclamaciones de cantidad, reclamaciones de Seguridad Social, tramitación de pensiones, incapacidades permanentes, defensa de derechos fundamentales, vacaciones, etc. Y no solo en el ámbito de la Jurisdicción Social sino también en el ámbito Mercantil como, por ejemplo, con las extinciones de contratos en los concursos de acreedores.

–¿Hacia dónde se encamina el futuro del Colegio?

–El futuro de la profesión es ciertamente ilusionante y desde esa línea trabajamos en el Colegio de Sevilla. Una línea de futuro en la que cada día se haga más fácil ejercer la profesión sin olvidar el esfuerzo que conlleva en cuanto a la formación, que para nosotros es el carácter diferenciador, junto al uso de las nuevas tecnologías que nos dará ese valor añadido que nos define, prueba de ello es la extensa oferta formativa que programamos para nuestros colegiados y colegiadas. El futuro del Colegio está en una mayor formación, mayores capacidades y una predisposición a ser proactivos en todo aquello que el porvenir nos depare. No solo en el ámbito del asesoramiento de empresas, sino también en el ámbito jurisdiccional donde va siendo hora de conseguir una reivindicación histórica como es el recurso de casación.