La Campaña

La industria agroalimentaria, clave para la economía malagueña

  • Francisco Salado Escaño / Presidente de la Diputación de Málaga

Málaga es la principal provincia andaluza exportadora de limones.

Málaga es la principal provincia andaluza exportadora de limones.

Francisco Salado. Francisco Salado.

Francisco Salado.

Los sectores productivos son, casi por definición, los verdaderos dinamizadores de la sociedad. En torno a ellos se genera la creación de empleo, la atracción y captación de inversiones y el impulso de los principales estímulos económicos. En una crisis como la vivida en este año y medio, este papel ha quedado más que demostrado. Y más aún en el caso de la industria agroalimentaria, que ha jugado un papel clave no sólo por su componente económico, sino también por su vertiente social.

En el caso de la provincia de Málaga, esta industria cuenta con un potencial considerable, ofreciendo a propios y foráneos una gama de alimentos y productos que han conseguido competir en los mercados nacionales e internacionales más exigentes. De hecho, 2020, a pesar de la pandemia, fue un año récord para la provincia en términos de exportación de productos agroalimentarios, logrando alcanzar un volumen de negocio de 1.300 millones de euros sólo en este concepto, el mejor año desde que se registra este parámetro. Además, hablar de la industria agroalimentaria es hacerlo también de un sector que representa el once por ciento del PIB andaluz y que emplea a uno de cada diez andaluces.

Sin duda, esta realidad justifica de base cualquier tipo de ayuda o política en favor de esta importante industria; así como cuestiona cualquier debate malintencionado o inoportuno que reste credibilidad o calidad a un sector que mejora cada año y lo hace basándose en unos criterios de excelencia, primando la calidad en vez de la cantidad.

Málaga es, asimismo, una provincia diversa en cuanto a sus productos agroalimentarios. A lo largo de su geografía se pueden encontrar importantes plantaciones de cítricos —somos la principal provincia andaluza exportadora de limones— y frutas subtropicales; una importante industria cárnica que en 2020 rozó los 300 millones de euros; una gran variedad de hortalizas, excelentes aceites de oliva y una variada tipología de vinos, entre muchos otros productos.

Esta riqueza no contribuye sólo al volumen de negocio de la propia industria, sino que repercute en otros sectores como es el turístico, a quien complementa en un elemento tan atractivo como es la gastronomía, y que sin duda contribuye a la excelencia de un destino turístico como es la Costa del Sol.

No obstante, este breve diagnóstico, lejos de ser un gesto de autocomplacencia, debe suponer un punto de partida para mejorar algunas cuestiones que ya estaban encima de la mesa antes de la pandemia y que incluso se han visto acentuadas por la misma. Una de esas cuestiones es, precisamente, la digitalización de la parte de comercialización de muchas de estas empresas y productores de la industria agroalimentaria.

El comercio online ha sido desde su irrupción una gran oportunidad para hacer llegar estos productos a cualquier punto, lo que sin duda favorece también otro de los grandes retos del sector, la externalización. Pero es cierto que muchas de las empresas medianas y pequeñas así como las cooperativas, aún tienen pendientes esta adaptación a lo digital. Esa carencia ha sido aún más acuciante durante los meses de confinamiento, en los que los usuarios se han decantado por aquellas opciones a las que podían acceder a través de internet.

Por ello, desde la Diputación de Málaga, a través del Plan Málaga Provincia Inteligente, hemos impulsado programas de digitalización de pequeñas y medianas empresas ligadas al comercio, precisamente para que cuenten con apoyo a la hora de afrontar un proceso de digitalización más que necesario para poder seguir siendo competitivos.

El segundo reto, muy ligado al primero, es el de la externalización, área en la que algunos productores están destacando especialmente, convirtiendo a Málaga en la principal provincia exportadora de productos agroalimentarios de toda Andalucía. De hecho, según datos recabados por el Gobierno andaluz, la región se ha convertido en la principal exportadora de aceite de oliva del país, con un volumen de negocio de más de 850 millones de euros entre enero y abril de 2021.

Sin duda, la apuesta por la exportación de productos abre posibilidades de negocios a muchas de las empresas del tejido agroalimentario; y además supone visibilizar la fortaleza de un mercado que a su vez se convierte en escaparate de nuestra excelente agricultura, ganadería y pesca.

Desde la Diputación de Málaga trabajaremos en ese sentido en los próximos años a través de la marca Sabor a Málaga, que aglutina a cerca de 800 productores y empresarios del sector agroalimentario. Un equipo que no para de crecer y que está llamado a convertirse no sólo en un sello reconocible de la gastronomía malagueña, sino en una marca que aglutine a todo esta industria, dando voz a un sector con gran trascendencia económica y social en nuestra tierra.

Málaga y su industria agroalimentaria miran al futuro con optimismo y esperanza. Si bien partimos de un escenario complicado y sin que se hayan despejado aún todas las incertidumbres; este sector tiene el brío necesario para salir reforzado y continuar creciendo. Sin duda, la mejora del sector será consustancial a la recuperación económica y social que entre todos debemos abordar.

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