Playa y montaña

Tíjola, tradición y encanto

  • En el corazón de Almería se encuentra este municipio rodeado de naturaleza e historia

Tíjola, tradición y encanto

Tíjola, tradición y encanto / M.G.

En el corazón de Almería, en la Comarca del Alto Almanzora en el Valle del río con el mismo nombre, se encuentra el singular término municipal de Tíjola. Delimitado por la Sierra de las Estancias y la Sierra de los Filabres, y enclavado en el margen derecho del río Almanzora, Tíjola lleva vigilando esta comarca desde la prehistoria.

La presencia humana ha dejado su huella en este municipio desde los albores de la historia, pasando por los cartagineses, romanos o por el mismo Abderramán III. Y no es para menos. El gran patrimonio natural maravilla a todo el que se aventura a conocer sus recónditos espacios.

En entre estos espacios llenos de tesoros se encuentra la Cueva de la Paloma. Esta lleva produciendo cobre desde la época argárica, allá por el segundo milenio antes de Cristo, hasta llegar al siglo pasado. Pero no es el único material abundante, y valioso de la zona. Esta Sierra tiene las entrañas abiertas y blancas de caliza. Indispensable para el arte de los sillares, la mampostería y argamasas. Hacia el Norte, en La Muela, a apenas unos cientos de metros, se encuentra un enorme depósito de acilla alfarera de la mejor calidad de la provincia.

Pero no solo de arcilla y piedra caliza vive este especial municipio. Hacia el Sur, enfilando la sierra de los Filabres, encontramos un lugar que ofrece madera, miel y todo tipo de plantas medicinales, una delicia para todo el que le guste la botánica.

Este paraje natural de Tíjola la Vieja y la Cerrá, está dominado por un monte áspero y fragoso, con un difícil acceso que hace todavía más interesante su visita y disfrute. Un lugar casi inexpugnable, como si de un castillo medieval se tratara, domina las vistas sobre el Valle del Almanzora, un tesoro natural repleto de muecas históricas.

Además, esta cantidad de espacios naturales es ideal para la práctica de excursiones familiares, que encantará tanto a niños como mayores, para realizar senderismo y multitud de actividades deportivas. En este sentido la antiquísima Cueva de la Paloma y la Fuente del Huevo, son paradas obligatorias para todos los visitantes de Tíjola, ya sea invierno, verano, primavera u otoño. La mencionada Fuente del Huevo es un manantial que nace desde la roca viva y del que siempre se ha proporcionado agua para beber, así como multitud de momentos bajo su cascada.

Pero Tíjola no solo cuenta con un contraste increíble de espacios naturales. Sus gentes y costumbres realzan aún más la belleza medioambiental y la monumentalidad de la sierra. Una de las fiestas que más realzan la identidad de este rincón almeriense es la festividad de la Virgen de Fátima. Desde hace 70 años Tíjola se viste de fiesta, sus calles se llenan de color se convierten en alfombras por donde procesiona la Virgen de Fátima.

Las alfombras de serrín multicolor están elaboradas por los propios vecinos quienes se vuelcan en cumplir todos los años con esta tradición heredada de abuelos a nietos.

Una fiesta que despierta todos los sentidos desde sus diferentes perspectivas. Alegrando la vista con las alfombras de serrín, los colores y los mantos. El oído desde primera hora con la música ambiental de las calles y más tarde con las tracas, cohetes y música la Asociación Musical Maestro Lázaro. El tacto con la cercanía y hospitalidad de los vecinos de Tíjola. El olfato con el serrín, la pólvora y la hierba. Y el gusto con las comidas y bebidas ofrecidas por los vecinos. Por todo esto se busca, desde el Ayuntamiento de Tíjola, que esta festividad consagrada a la Virgen de Fátima se declare de Interés Turístico Nacional.

Conociendo todo lo que te espera en tu próxima visita a Tíjola, y todo que te queda por descubrir, ¿te lo vas a perder?

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