Su uso no se generalizó entre la nobleza y la alta burguesía hasta finales del siglo XVIII.

¡Cuánto tiempo ha pasado y cuánto ha cambiado el barrio! Pero su esencia religiosa sigue igual.

Hubo un tiempo en que se vendía por los alrededores de la carrera oficial.

Se hizo famosa en la Expo y la hemos heredado en los días previos a la Semana Santa.

El incienso tiene una diversidad de olores muy variados dependiendo de cada hermandad.

Son maderas muy finas, fáciles de trabajar por los ebanistas y resistente a muchos parásitos.

El taller de palmas que imparte San Esteban debería llevar el nombre de su creador, Bobi Bustamante.

Estas bases metálicas permiten los movimientos necesarios de los pasos dentro de las iglesias.

Los primeros cristianos, cuando se reunían en sitios subterráneos, encendían velas.

En esta ciudad, cuando el sol aprieta en primavera, el calor empieza a ser insoportable.