El técnico del Barcelona destaca que el hecho de que algunos de sus jugadores encadenen cuatro finales de la Copa del Rey "no significa que no se dé importancia".

Con la Liga amarrada, el palo sufrido en la Champions convierte esta final en una cuestión de orgullo para el Barcelona. Con 28 títulos, es el club que domina el torneo.

El Sevilla prolonga su idilio con la Copa de España, iniciado en tiempos de la II República y con dos nuevas conquistas en el siglo XXI.

El francés se ha consolidado como un central de enorme proyección.

En el Wanda Metropolitano le tocará sufrir al “mejor jugador del mundo”, con el que espera “disfrutar” en el Mundial después del “sueño de ganar la Copa”.

Dos caras incluso para vestirse, chándal para andar por casa; traje y gomina ante los focos, el italiano llevó la dualidad a cada cambio de competición.

El utrerano, en su momento más impopular como presidente por la regresión deportiva del club, disputará en el Wanda una final paralela.

El Wanda Metropolitano, inaugurado el pasado septiembre, acogerá su primera gran final.

El Sevilla cambia los globos amarillos por un balón y llega al Wanda con decenas de miles de fieles para rendir cuentas ante el Barcelona en la gran fiesta del fútbol español. Consulta aquí la infografía que explica cómo es el estadio que acogerá la gran final.