Industria naval

El buque 'Juan Carlos I' entrará en los diques de Navantia Bahía de Cádiz en 2025

Cubierta del buque 'Juan Carlos I', en un ejercicio de la Armada, en una imagen de archivo.

Cubierta del buque 'Juan Carlos I', en un ejercicio de la Armada, en una imagen de archivo.

El LHD Juan Carlos I entrará en dique en los astilleros de Navantia Bahía de Cádiz para su renovación en 2025 con la previsión de que los trabajos se prolonguen durante cuatro meses. El presidente de la compañía, Ricardo Domínguez, no ha precisado si la intervención se realizará en las instalaciones de Cádiz o Puerto Real.

"Recientemente la Armada ya lo ha comunicado. Tomó la decisión de cambiar la propulsión del buque y nos lo encomienda a Navantia. Es una obra de 30 millones de euros que tiene programado para 2025. Serán 4 meses en dique. Estamos perfectamente planificado con la Armada", ha comentado Domínguez en los Encuentros de la SER, en este caso sobre Industria Naval y Defensa en el siglo XXI, en el que también estaba presente la Diputación Provincial de Cádiz y su presidente, Juan Carlos Ruiz Boix.

El responsable de Navantia ha repasado algunos de los proyectos que se desarrollarán en la Bahía de Cádiz. El tan esperado en Puerto Real Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) para la Armada española comenzará a construirse en abril o mayo, según confirma Domínguez, con el corte de chapa de bloques tipo. "Hacía tiempo que decíamos que el buque iba a entrar en carga, pero las exigencias que tiene, al ser un buque nuevo en sus características que va a dar cobertura al submarino, nos ha llevado en un trabajo arduo con la Armada a una redefinición, por eso la parte de ingeniería ha tardado un poco más. Si todo va bien en abril, mayo, haremos algo similar a lo hecho en las F-110, que es empezar a cortar chapa para los bloques tipo, lo que nos permite además calibrar el astillero, que vaya funcionando", expone. La intención es que el BAM-IS esté finalizado en mayo de 2026. 

Sobre el contrato firmado del programa para la construcción de tres buques logísticos para la Flota Auxiliar de la Royal Navy -con Team Resolute, del que forma parte las empresas de Reino Unido Harland & Wolff y BMT y la filial británica de Navantia-, el presidente de la compañía naval explicó que el compromiso es que en diciembre de 2030 los buques tienen que estar terminados. "En Puerto Real vamos a construir una gran parte de los buques, con una media de 1.000 empleos. Tendremos momentos como ahora de ingeniería de 150 empleos y momentos punta de 1.500 empleos. Son muchas horas de trabajo en 8 años", ha precisado. Para el astillero puertorrealeño, destaca, "va a suponer un cambio de generación de empleo directo y de industria auxiliar y por las remodelaciones que lo van a hacer más punta de lanza de lo que  es".

Ricardo Domínguez ha alabado el trabajo desarrollado con las corbetas para Arabia Saudí, "estamos en el centro que es fruto de ese contrato", ha matizado en referencia al Navantia Training Centre (cedido por el Ayuntamiento de San Fernando) en el que se ha realizado la jornada de la Cadena Ser. Ese contrato les ha llevado, reconoce, a tener una reputación importante tanto por la formación de las tripulaciones como por el propio producto realizado en Navantia San Fernando. "Una de las corbetas ya está en Yeda, la segunda estará en breve. Están muy contentos y ha traído el compromiso de su ministro de Defensa de pensar en el futuro con el memorándum que firmamos para cinco nuevos buques multi misión que tenemos que definir", ha explicado. Hay que concretar qué características quiere la Marina saudí, qué dimensiones, puesto que sería un buque nuevo y no otra corbeta. La estimación es que supondría unos 7.000 puestos de trabajo cuando entre en carga, para lo que no ha precisado fecha.

Estos encargos o previsiones cumplen con la línea tradicional de actividad de los astilleros basada en la industria de defensa, que para Navantia supone el 78% de su actividad. En el caso de la Bahía de Cádiz este porcentaje se incrementa al 84% por el programa de las corbetas saudí. Domínguez ha distinguido en este apartado la vocación de exportación, "como hablaba ayer con la ministra de Defensa, con la apertura de fronteras y el prestigio internacional obtenido por hacer bien las cosas", dado que no se podía quedar solo pendiente de contratación nacional. La cifra de negocio exterior, incluidos proyectos de energía eólica a través de Navantia Seanergies, es del 50%.

Navantia presume de tecnología. Como producto estrella trabajan en el "gemelo digital", el sistema informático que permite contar con una réplica de un buque o de cualquier proceso constructivo que permite predecir averías o tomar decisiones sobre la marcha. "La inteligencia artificial ayuda a conocer el comportamiento de un buque o predecir una avería para tener un mantenimiento preventivo", expone. Lo llevarán todos los buques y se implantará también en el astilleros de Puerto Real dentro de la inversión de 43 millones anunciada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

"Tenemos que implicar toda la cadena. Navantia no puede estar trabajando en el mundo digital y que el cliente o los proveedores estén en otra dimensión. Tenemos que ejercer de tractora", dejó claro. En ello también es fundamental la formación, con la FP dual como clave para los gremios de soldadores o electricistas, y la relación con las universidades.

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