Un ciclo de conferencias en la plaza de toros madrileña ha dado inicio a los actos programados con motivo de la celebración de los cien años del fallecimiento de José Gómez Ortega.

El diestro saltereño, al que sacaron a hombros por la puerta de cuadrillas, consigue la única vuelta al ruedo en un festejo en el que fallaron los toros. Emilio de Justo y Ginés Marín, de vacío.

El diestro murciano, que contó con el mejor lote y sufrió una cogida en su primero, gana a ley su primera Puerta Grande en Las Ventas tras desorejar a un excelente toro de Victoriano del Río. Castella y Roca Rey, de vacío.

El Juli y, especialmente, Urdiales realizan dos buenas faenas sin premio por el fallo a espadas. El rejoneador Diego Ventura consigue el único trofeo. El banderillero Pirri, herido grave.

El tercer toro de Valdellán, lidiado sin fortuna por Cristian Escribano, se alzó como protagonista principal en una tarde ventosa. Fernando Robleño deja una grata impresión e Iván Vicente anduvo desconfiado.

El valenciano es herido de máxima gravedad en el muslo derecho a cambio de un espadazo tras una gran faena con verdad. El linarense torea con sumo gusto.

El navarro cuaja una magnífica faena para la historia. La amazona francesa es premiada de manera generosa. Desigual encierro de la ganadería de El Capea.

Mala materia prima ganadera de los hermanos Lozano. Ferrera y Urdiales, que consechan las únicas ovaciones, dejan muy buena imagen. Ginés Marín, silenciado.

El diestro pacense corta tres orejas y abre la Puerta Grande por segunda vez en su carrera tras derrochar, entre otras virtudes, temple, despaciosidad, naturalidad y torería.

El torero triguereño apunta ya en su agenda paseíllos en Azpeitia, Antequera y Valverde del Camino.