Tecnología

La Justicia brasileña obliga a Google, Apple y Microsoft a retirar de sus tiendas las aplicaciones Secret y Cryptic

  • Estas redes sociales con perfiles anónimos son usadas para el maltrato y acoso escolar y para hacer acusaciones sobre la vida privada de terceros.

La Justicia de Brasil obligó a las empresas estadounidenses Google, Apple y Microsoft a retirar las aplicaciones Secret y Cryptic, redes sociales con perfiles anónimos que se han usado para el maltrato y hace acusaciones sobre la vida privada de terceros, informaron fuentes judiciales. La decisión, según un comunicado del Ministerio Público, la tomó el martes el magistrado Paulo César de Carvalho, del fuero civil de Vitoria, en el suroriental estado de Espírito Santo.

El magistrado aceptó una petición de la Fiscalía contra estas aplicaciones de teléfonos móviles que han causado alarma en familias y escuelas, a raíz de prácticas de acoso escolar, y obligó a retirarlas de las tiendas online de aplicaciones de Google, Apple y Microsoft. "Es flagrante el potencial lesivo de las aplicaciones Secret y su similar Cryptic, ya que no solo permiten, sino que incentivan compartir frases y fotos sin que exista identificación de quien las publica, con la posibilidad de que existan secretos 'más populares', lo que incrementa un posible daño", determinó el magistrado.

El fallo también obliga a las empresas proveedoras de aplicaciones móviles que estén instaladas en los aparatos brasileños, en un plazo de diez días, con la amenaza de una multa diaria de 20.000 reales (unos 6.700 euros). Escuelas públicas y privadas de todo Brasil alertaron a los padres de alumnos sobre el uso de estas aplicaciones porque podían fomentar el maltrato escolar.

Según el Ministerio Público de Espirito Santo, Secret "permite que el usuario cuente secretos de él o de amigos de forma anónima por medio de una aplicación para sus contactos de Facebook". Para el juez, en este caso la libertad de expresión "no constituye un derecho absoluto, siendo incontables las hipótesis en las cuales su ejercicio entra en conflicto con otros derechos fundamentales o bienes jurídicos colectivos constitucionalmente tutelados". De Carvalho cita que su decisión busca garantizar "los derechos al honor, a la privacidad, igualdad y dignidad y la protección a la infancia y la adolescencia".

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