TV-Comunicación

El España-Francia se verá hoy por 43 millones al año

  • RTVE afronta un contrato desmesurado con la comercializadora Santa Mónica para emitir los partidos amistosos de la selección de fútbol y todos los que juega en casa.

Día festivo del 15 de agosto. La selección española viaja a la éxotica (en lo futbolístico) Puerto Rico para un partido que rompe la pretemporada y que en el terreno de juego se salda con más penuria que brillantez. La 1 ofreció en directo ese encuentro desde tierras antillanas con una realización horrible y demasiados contratiempos para una retransmisión a estas alturas de siglo. El horroroso partido, en lo deportivo, en lo organizativo y en lo televisivo, se saldó con unos 5 millones de euros la tacada, lo que le costaría casi la mitad de la temporada de cualquier serie de ficción de prestigio. El presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, informó en su última comparecencia parlamentaria el abultado coste que abona la cadena pública por los partidos de "interés general" de la selección, que marca la ley. Según el máximo responsable de la corporación, RTVE paga a la comercializadora Santa Mónica Sports 43 millones de euros anuales por garantizarse todos los partidos de la selección salvo los oficiales que juegue en terreno forastero (como pasó con el apócrifo encuentro ante Bielorrusia del pasado viernes). Cada vez que el balón echa a rodar para los de Vicente del Bosque supone unos 5 millones de euros en España, para regocijo añadido de la Federación.

Los días están contados, justificadamente, para esas desorbitadas cifras que se pagan desde 2007 y que se culminarán con el partido clasificatorio que esta noche se juega en Madrid ante la selección francesa (la más complicada que va a tener España en su camino hacia Brasil) y con el posterior amistoso ante la incógnita de Panamá.

La negativa de Mediaset a no abonar los 1,2 millones que finalmente pedía la multinacional alemana SportFive por el partido a Bielorrusia ha venido a cambiar la relación de las cadenas españolas con las comercializadoras de derechos futbolísticos. En pro del obligado cumplimiento para acatar "el interés general" de los partidos de la selección, TVE había asumido una cifra realmente exagerada por cada encuentro del combinado. Ni los más sobresalientes índices de audiencia justifican esos 5 millones de euros por noche, una cantidad que pertenece ya a un tiempo muy lejano. La cadena pública tiene intención de no seguir su compromiso con Santa Mónica y la crisis publicitaria, cada vez más aguda, obliga a los dos grandes operadores privados a pujar a la baja por los precios que se ofertan por la campeona del mundo, pachangas turísticas incluidas.

En las mejores condiciones un canal español recaudaría en estos momentos unos 600.000 euros por un partido de la selección, la mitad del precio a la baja que barajaba SportFive por el encuentro oficial ante Bielorrusia. La crisis ha llegado de lleno al fútbol televisado y si las comercializadoras no ceden, habrá muchos 'Bielorrusias' que dejarán de ver los espectadores españoles, ya condenados al pago para seguir a las estrellas de la Liga.

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