TV-Comunicación

El Gobierno deshoja la margarita de la TDT

  • Los operadores están preocupados al no presentarse soluciones sobre la sentencia de la concesión de 2010.

En estos momentos 9 licencias que se sintonizan en el televisor deberían de desaparecer al acatarse la sentencia del Tribunal Supremo por la que se declara nulo el proceso de concesiones en la TDT en la primavera de 2010: todas las cadenas que comenzaron a funcionar a raíz del apagón analógico están desautorizadas. El dictamen a raíz de la demanda de Infraestructuras y Gestión 2002 (una empresa vasca que nunca ha operado con una licencia televisiva) tumba la designación directa del Gobierno de Rodríguez Zapatero que ampliaba a un múltiplex más en la TDT todos los operadores que disfrutaron de las licencias en 2005. El Gobierno actual tranquilizó a los operadores ante una orden judicial que venía a dinamitar el espectro de la televisión en abierto, anunciando a su vez el otro flanco que viene a reconfigurar la TDT, la puesta en marcha del dividendo digital.

Las cadenas privadas, englobadas en UTECA, cierran filas y muestran su preocupación sobre el futuro de sus concesiones ya que el Gobierno se reserva en estos momentos cualquier solución política, a través de la ingeniería legal, que solventara el laberinto. Los dos colosos privados, Mediaset y Atresmedia, no quieren plantearse cerrar canales de su oferta cuando la crisis publicitaria sigue arreciando, pero aún lo tienen más complicado los dos grupos que pusieron en alquiler sus concesiones. Unedisa (editora de El Mundo) y Vocento, tras sus respectivos fracasos audiovisuales propios, tienen en alquiler sus canales, incluidos 13 TV, de la Conferencia Episcopal; o Paramount Channel, de la multinacional Viacom, señales que deberían cesar si se aplicara de forma efectiva la sentencia. Las dos editoras de los fiascos Veo TV y Net TV perderían así unas licencias y, sobre todo, una fuente de ingresos estratégica para estos tiempos.

Un Gobierno que no se siente especialmente bien tratado por los medios de comunicación tiene en su mano parte del futuro de esos mismos medios. La sentencia sobre el reparto de 2010 de forma cierta viene a sacudir el panorama mediático en España más allá de la pérdida de unos botones en el mando.

El Ejecutivo a su vez tiene margen de negociación y maniobra al coincidir este proceso con la puesta en marcha del dividendo digital. Mediante esta operación económica las arcas ingresaron unos 1.800 millones de euros a cambio de vender parte del espectro de la TDT a las empresas de telecomunicación. Para el 'estrechamiento' de la banda digital (con la reconfiguración en el reparto de canales) ya se llegó a un acuerdo con los operadores por el que sólo se vería afectado el paquete de canales de las autonómicas privadas y uno de los múltiplex de RTVE (que sí podría perder algún canal en el presente año). El Ministerio de Industria ha puesto el reloj en cuenta atrás para esta operación que se culminaría antes del 31 de diciembre. Esta reordenación del televisor afectará al menos a cuarta parte de la población con un coste por vivienda de unos 20 euros, la cantidad del decodificador necesario para sintonizar la franja alterada. Un coste que en principio iba a asumir Industria y que por mor de la crisis, como en tantos otros asuntos, terminará pagando directamente el usuario si quiere seguir recibiendo la televisión de siempre en su hogar.

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