Fue Chema en Aída pero también es ya el cabo Sebastián Olmos. La ficción producida por 100 Balas para TVE cierra hoy su primera temporada, tras ocho episodios, y con perspectivas de que continúe la acción en el corazón de La Rioja a cargo de esta benemérita pareja que forma Viyuela y el teniente Olmos, Rubén Cortada.

-¿Qué le parece la repercusión que ha tenido la serie?

-Yo me daba por satisfecho contodo lo vivido en el rodaje, donde me lo pasé estupendamente. Y contento con la acogida entre los espectadores.

-¿Cómo fue trabajar con Rubén Cortada?

-Hasta ahora no había coincidido y para mí ha sido un descubrimiento en todos los sentidos. Es una persona extraordinaria y nos hemos entendido muy bien. Luego, como actor yo creo que sorprende porque tiene una impresionante capacidad de trabajo y de enfocar su papel.

-Dicen que en el rodaje parecía el hermano mayor del equipo.

-Sí, sí. Es un tipo que además no para de preguntar y de buscar la forma correcta de hacer las cosas. Es intuitivo. Es un regalo más de la serie el poder coincidir con él y ver como crecen nuestros personajes juntos.

-¿Cómo fue su preparación como Olmos dentro de la Guardia Civil ?

-Es evidente que la Guardia Civil han estado muy pendiente de cómo íbamos vestidos y de cómo nos comportábamos. Hablábamos del respeto que deben manifestar a sus superiores y a la gente. En la agenda de mi teléfono tengo un contacto de la Guardia Civil que me asesoraba. Se llama Miguel Ángel y es un agente de Logroño. Es mi asesor directo en cuanto tengo cualquier duda.

-¿Ha tenido algún problema con la Guardia Civil alguna vez?

-Multas, claro. Pero es algo cotidiano. De la Guardia Civil me ha caído alguna que otra multa... pero ¿quién no ha pisado el acelerador demasiado?

-¿Cuánto tiene Pepe Viyuela de torpe?

-Yo, sinceramente, no soy una persona torpe. Sí que me defiendo bien. No me caigo como mis personajes. Pero sí que me he basado las torpezas para construir mis personajes en la tele. Pero para caerse bien hay que ser muy ordenado. Te tienes que caer muchas veces y no te puedes hacer daño.

-¿Cómo valora la ficción de nuestro país?

-Hay una evolución y una mejoría en todos los sentidos. Ahora, tenemos referentes norteamericanos que nos ponen el listón muy alto pero, por ejemplo, Olmos y Robles tiene un valor dque está a la altura de cualquier otra serie de otro país.

-¿Qué recuerdo tiene ahora de Aída?

-Aída fueron diez años de aprendizaje. Se sigue reponiendo y es algo inevitable. Yo no repetiría tanto la serie. Algunas personas creen que Aída no se ha acabado todavía.

-Le vimos en Anclados con su hija Camila ¿Qué valora de ella?

-Mi hija y mi hijo siguen mis pasoS. Valoro, sobre todo, que lo han decidido por sí mismos y que están haciendo lo que les gusta. Han sentido ese deseo de prepararse y de estudiar. Ha sido una iniciativa personal y son conscientes de que tienen que trabajar mucho.