TV-Comunicación

RTVE atisba un futuro con publicidad

  • La dirección de TVE busca medidas desesperadas para salvar a La 1 de su mínimo histórico de audiencia cuando sobrevuela la posibilidad de abrir la financiación comercial.

El nombre del último programa incorporado a TVE tiene un nombre premonitorio: Tenemos que hablar. Lo que tendrá que hacer el Gobierno con las cadenas privadas para dar marcha atrás y permitir que la cadena pública vuelva a contar con financiación publicitaria (después de que los llamados "patrocinios culturales", soportes comerciales encubiertos, inunden las parrillas de RTVE). El Gobierno también tendrá que hablar con las operadoras de telecomunicación y una tasa tumbada por Bruselas que está en los tribunales comunitarios y que podría ocasionar la devolución de más de 600 milllones de euros, una ruina fatal. Y la propia dirección de RTVE tiene que hablar, y hacer mucho, para escapar del mínimo histórico de audiencia sufrido por La 1 en el mes de febrero, 10,2%, amenazando bajar de los dos dígitos pese la Champions. El programa de testimonios Tenemos que hablar, por cierto,no va a ayudar mucho a mejorar esas cifras que no sólo reflejan la conclusión de Amar en tiempos revueltos, sino la estampida de espectadores de los informativos, con el Telediario 2 superado por las dos grandes privadas, y con un Telediario 1, el de siempre, el de Ana Blanco, en caída libre. El estreno de Ana García Lozano anotaba este martes poco más de medio millón de espectadores, un famélico 4,7% (el propio Bob Esponja, en Clan, suele rondar el doble). Tenemos que hablar puede callarse en breve, como también hará Anne Igartiburu, con un + Gente que podría conducir en pocos días Carolina Ferre, que tiene un perfil más cercano a los espectadores menores de 40 años, los que se echan en falta de La 1, series estelares aparte. La 2, refugio de contenidos de evidente calidad, sobre el 2,3% de share, se halla en número de seguidores por detrás de Neox o de Factoría de Ficción; Clan se mueve también por esa cifra; el informativo 24 Horas no pasa del 1%, como Intereconomía; y Teledeporte, pese a algunos impactos, es el canal menos visto de la TDT con medio punto de cuota.

La 1 se prepara para enmendar sus errores y al menos recuperar terreno frente a Telecinco y Antena 3, mientras que en Andalucía, ya por debajo del 9% de la audiencia, ha cedido el tercer puesto a Canal Sur. Una mejora en las cifras de audiencia vendrían también a posicionar mejor a la cadena pública en el caso de un posible regreso de la publicidad, lo que vendría a animar la competitividad de RTVE, pero pondría de uñas contra el Gobierno a las dos grandes cadenas privadas, que en estos momentos se reparten el 80% de una tarta de 2.000 millones de euros anuales. Un pastel que ha menguado bastante con la crisis publicitaria, pero que sigue siendo el más apetitoso para unos medios de comunicación españoles que están sobreviviendo con respiración asistida.

Además de pujar por el regreso de acontecimientos deportivos como los partidos de la selección de fútbol (en los que hasta el año pasado RTVE pagaba la 'indecente' cifra de 45 millones), a finales de mayo La 1 incorporará el serial de sobremesa de factura propia, la 'precuela' de Gran Reserva, y para la antesala del Telediario 2, a semejanza de los rentables Atrapa un millón y Pasapalabra, estrenará Letris, el pasatiempo de la nueva productora de La Trinca que viene a auxiliar a la franja más necesitada del primer canal. El director de TVE, Ignacio Corrales, ya ha expresado de forma audible en el seno de la casa que no aguanta las condiciones precarias en que vive su proyecto. El presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, por su parte, ya ha advertido de su planteamiento económico a los sindicatos con un convenio de más productividad y recorte de sueldos que supondrá el ahorro de 35 millones de euros anuales. Por ahora no se presiente el desmantelamiento salvaje de la corporación valenciana, con 843 despedidos, tres cuartas partes de la plantilla; o la madrileña, con 826. Pese a que en enero de 2012 el presidente Mariano Rajoy ordenó un evidente tajo de 200 millones en la transferencia a RTVE, dejando en casi 1.000 millones el presupuesto, aun así, la plantilla aumentó con la llegada de la nueva dirección que se incorporó el pasado verano.

Cada día que pasa RTVE no sólo se encamina al abismo, sino que las circunstancias políticas y económicas la empujan incluso al despeñadero con las piedras más afiladas.

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