Vaya por delante que este mentalista adivinó todas las propuestas que le puso por delante el entrevistador, sin trampa ni ventaja alguna. Sí, son ciertas sus dotes. Jorge Luengo ya se interesaba con 4 años por el mundo de la magia y tras formarse en neuropsicología se adentró en la mente y en los resortes que delatan los pensamientos en los gestos o en el tono de voz. Este mentalista y mago cacereño de 32 años protagoniza un programa especial, Desafío mental, el próximo domingo por la noche (21.30) en Discovery Max, producido por Globomedia. Entre sus invitados, Cristina Pedroche, Maggie Civantos y Abraham Mateo.

-Este es su primer programa propio ¿es capaz de entrar en los pensamientos de los demás?

-Hasta ahora había aparecido en el programa de María Teresa Campos, en Todo va bien, con Edurne, en Hermano mayor. Desafío mental es mi primer programa propio. Ahí transmito mi manera de trabajar con emociones, con ilusiones. Lo de la paloma que sale de la chistera y la chica partida está muy visto. Mi idea es que la gente se sienta protagonista trabajando con las emociones personales a partir de saber cómo funciona nuestro cerebro.

-¿Propone experimentos o son simples 'trucos'?

-No son experimentos ni es una magia convencional. Pongo en acción a famosos y gente de la calle para ver su reacción a mis respuestas. Veréis cómo se parte la imagen en varias cámaras para comprobar esas reacciones y confirmar que no hay nada grabado ni preparado. Puedo saber cuánto dinero tiene en el bolsillo un desconocido, cosas de su pasado...

-¿Usted es de esas personas que tienen superpoderes?

-Soy más bien una persona que sé que no tengo superpoderes, pero trabajo lo suficiente para que ciertas habilidades parezcan superpoderes. A través de las palabras puedo conocer cómo se llamaba la primera novia de un espectador, dónde irá de viaje, qué estudió, cómo es su familia. Aquí no hay engaño. La voz, la mirada dice mucho más que lo que imaginamos. Transmiten lo que no dicen.

-Con sus conocimientos nadie le podrá decir una mentira...

-Cuando escucho a alguien puedo saber que está mintiendo. Luego, por cortesía, me puedo callar y no decirle que le he pillado... Nuestras palabras nos delatan.

-¿Qué ha estudiado: manuales, tratados antiguos?

-He dedicado todo mi tiempo a esta habilidad. Estudié ingeniería y neuropsicología, pero he trabajado mucho para entender cómo funcionamos. La comunicación, las técnicas de venta, de negociación. Qué resortes e impulsos nos llevan a comprar un coche de 70.000 euros en lugar de uno de 7.000 que corre casi lo mismo.

-Son conocimientos que podrían estar al servicio del mal, como los malvados de las películas. -Lo interesante es siempre usarlos para hacer el bien. Me apasiona lo que hago.

-¿Ha influido con su pensamiento para que le contrataran?

-En principio no tenía pensado hacer televisión, pero ha llegado el momento. Mostrando mis habilidades era más sencillo que me contrataran.

-¿Un programa como el suyo tiene mejor cabida en una canal como Discovery Max?

-Es un privilegio, porque una cadena así, que no depende de grandes cifras de audiencia, te da la posibilidad de hacer algo diferente, un producto distinto. Discovery porta un abanico de pluralidad al mando.