TV-Comunicación

Cuatro: el canal que se hizo un sitio

  • Heredero de Canal +, la cadena de segunda generación de Prisa, ahora de Mediaset, cumple 10 años.

Ahora se evoca como algo osado, casi suicida, lo que realmente fue. Iñaki Gabilondo, perpetuo líder de las mañanas radiofónicas en la SER, anunciaba que dejaba su medio para ponerse al frente de los informativos de la cadena en abierto que Prisa ponía en marcha. El Gobierno de Rodríguez Zapatero autorizó en la primavera de 2005 la propuesta de Sogecable de convertir Canal + en una cadena completamente en abierto en la entonces franja analógica de UHF. La decisión venía unida a una carrera contrarreloj ante el nacimiento de un canal afín al Gobierno creado por Mediapro y otras potentes productoras españolas, con apoyo mexicano (Televisa), y que terminó llamándose La Sexta. Zapatero se las prometía felices mediáticamente con el espectro televisivo en sintonía con la Moncloa. Pero en esas llegó la crisis, como todos sabemos, y todo el mundo se puso en fuga.

Prisa iniciaba el camino de lo que se llamaron cadenas de segunda generación: canales jóvenes y por tanto próximos a un público joven, con estructuras más flexibles que las empresas nacidas en el siglo anterior. Mamíferos frente a dinosaurios. En esta ocasión, como vimos, Darwin y la evolución dieron la razón a los dinosaurios y ahí están, más grandes que nunca: Mediaset y Atresmedia.

Entre Canal +, CNN + (gran finada en el proceso), la SER y El País, el poderoso Grupo Prisa volcaba sus esfuerzos en la cadena que se llamó Cuatro, número que sonaba a alternativa y regeneración, lo que ahora se mastica en la política. Al final no fue para tanto.

Una cadena sin derechos de cine, sin deporte, con una programación de ruptura y con estilo. Con Gabilondo en el informativo nocturno (José María Izquierdo, de El País, como jefe de informativos). O con Eva Hache y los guiñoles del Plus contra la marcianada de Sardá; y con Paco González Michael Robinson en la tertulia futbolera de los lunes y que sólo duraron una semana juntos. Con el transformista Deborah Ombres en un concurso llamado Rompecorazones (una burla a la competencia) o con Boris Izaguirrre y Ana García Siñeriz en las tardes (Channel número 4). Jorge Salvador, su productor, de la cantera de Crónicas marcianas, al final haría migas con un colaborador, un tal Pablo Motos, que ideó un contenedor dominical llamado El Hormiguero.

Javier Díez de Polanco, sobrino del presidente (de Prisa) Jesús Polanco, se ponía al frente con una parrilla diseñada por Elena Sánchez y Fernando Jerez. A la labor, iniciadas las emisiones, se tuvo que unir Daniel Gavela, de la Ser, quien ajustaría el timón para que Cuatro se hiciera con su sitio. Nació con un 4,2% de audiencia y en noviembre de 2006 alcanzaba el 7%, lo que maneja desde entonces. Nicho fiel, pero techo irrompible.

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