TV-Comunicación

"No pienso dejar que nadie me imponga la canción que cantaré en Eurovisión"

  • La sevillana reflexiona sobre su participación en el veterano festival, un paso más en su sólida y longeva carrera

Más de quince años dan para muchos momentos buenos… y malos también. Una trayectoria, la de Pastora Soler, en la que poco a poco ha ido encontrando su estilo y en la que, sobre todo, ha demostrado que, cuando uno siembra bien, termina recogiendo los frutos de tanto trabajo. Y así, Televisión Española ha decidido, regresando a la fórmula de los "grandes artistas" para representarnos en Eurovisión, que la responsabilidad de la próxima edición recaiga en esta sevillana que, desde la copla al flamenco y desde las melodías rítmicas a las románticas, es poseedora de una de nuestras voces más poderosas.

-¿Cómo está viviendo la expectación que se ha despertado a su alrededor?

-Pues al principio estaba muy nerviosa por ver la reacción general, pero ahora mucho más tranquila e ilusionada. Tengo ganas de ponerme las pilas, aunque también soy consciente de que, cuando se aproxime la fecha, volverán los nervios. Es un concurso con un nivel alto. De todos modos, el resultado es lo de menos. Sea como sea, estoy convencida de que el público me seguirá después.

-¿Qué le diría a quienes piensan que para qué ir a Eurovisión si se sabe que no ganaremos?

-Hombre, la victoria es complicada y me consta que suele aludirse a la cuestión política, pero lo importante es participar. Hay que dejar el listón alto y hacerlo muy bien.

-Desde luego, su balance de 2011 no puede ser mejor ¡Le han venido muchas cosas buenas!

-Bueno, cuando llevas mucho en esto terminas viéndole la punta. Empecé muy joven y no siempre ha sido un camino fácil, pero en la etapa más reciente estoy recogiendo un poco de esa entrega.

-¿Conoce ya el tema que presentará al certamen?

-No. Puede salir de mi disco Una mujer como yo porque se editó antes de octubre, aunque también estoy mirando por otro lado. Voy a hablar con mi equipo, con autores como José Abraham o Martínez Ares, a ver qué me ofrecen y, en función de todo eso, elegiré. Lo que sí tengo claro es que no pienso dejar que nadie me imponga la canción. Ni eso, ni el traje que, al igual que musicalmente, consultaré con quienes suelen vestirme, como Cañavate. Irá en función de la melodía que lo mismo es una balada o algo más rítmico. Realizaremos una gala de donde saldrá el resultado, calculo que por febrero, proponiendo opciones a los espectadores… A ver qué piensan ellos.

-¿Y su marido? ¿Le hará alguna coreografía?

-Claro. Pero no porque sea mi marido sino porque él vale mucho. Ha estado, mano a mano, con figuras cono Bisbal o Ana Torroja y, más horas de ensayo que a su lado, no voy a tener (risas). Suele darme muy buenas ideas.

-¿Tiene algún referente claro en la historia de Eurovisión?

-En realidad, reconozco que no he seguido mucho el certamen pero, últimamente, sí que estoy viendo todo lo que puedo. Recuerdo a grandes como Julio Iglesias o Raphael y también me encantó Sergio Dalma, a quien tengo gran admiración. Los 70 y los 80 fueron estupendos y, la etapa más complicada, cuando enviamos al Chiquilicuatre. Por cierto, que me ha emocionado cómo han reaccionado los compañeros que se dedican a esto. David Bisbal, por ejemplo, ha sido uno de los primeros en llamar para darme la enhorabuena.

-¿Y sus seguidores?

-Ellos son estupendos y, su apoyo, incondicional. Era algo que me preocupaba mucho aunque, a juzgar por los resultados, la valoración no podía ser mejor. A todos les ha parecido muy bien la iniciativa de TVE. Había necesidad de figuras con bagaje y, a través de las redes sociales, me llegan infinidad de opiniones en esta línea. El comentario general ha sido el de ánimos y alegría por la decisión.

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