La actual temporada de LaLiga Santander, cuando ya se ha jugado más de un cuarto de la competición, está demostrando que una tendencia a la que se iba apuntando hace unos años ha alcanzado su momento máximo. Se llama igualdad. O casi igualdad.
El año pasado, una vez que se había disputado esta misma jornada, la decimosegunda, los equipos colocados en posición europea, es decir, del primero al sexto, estaban en un pañuelo de cuatro puntos, lo que ya garantizaba emoción.
En la actual temporada esa ha ido a más, ya que son los nueve primeros clasificados los que están metidos en una diferencia de cuatro puntos y, entre ellos, se encuentran dos equipos, el Granada CF, que ha podido disfrutar el liderazgo durante una semana, y el CA Osasuna, ambos recién ascendidos. Un ejemplo del buen hacer de estos equipos es que el vigente campeón, el FC Barcelona, no ha sido capaz de derrotarlos.
Los dos grandes aspirantes al título, Barcelona y Real Madrid, que hace unos años pugnaban por ganar LaLiga Santander con más de un centenar de puntos, se han dejado ya nueve puntos cada uno por el camino, los mismos que la Real Sociedad y uno más que el Atlético de Madrid y Sevilla FC. Hace cinco años, en la temporada 2014/15, el entonces líder, el Real Madrid, sólo se había dejado seis y sacaba nueve puntos al sexto. Diez años atrás, en la temporada 2009/10, sucedía algo parecido.
El FC Barcelona, que ganaría ese campeonato con 99 puntos, se había dejado en la jornada 12 seis puntos e, igualmente, sacaba nueve puntos al sexto clasificado. Esta temporada el equipo que se encuentra a nueve puntos del líder es el decimoquinto clasificado, el Real Betis. La actual campaña es, por tanto, la más igualada en los últimos 21 años. Entonces, cuando ni siquiera había llegado el siglo XX, el líder, el RCD Mallorca, le sacaba tres puntos al octavo, el Real Zaragoza.
El resultado es una competición mucho más emocionante que se ha conseguido gracias a la expansión internacional de LaLiga y a las franjas horarias que permiten ver los encuentros en diferentes partes del mundo. Los clubes logran de este modo ingresos que les permiten acudir al mercado y fichar jugadores y técnicos de gran calidad, confeccionando plantillas mucho más competitivas.
Los efectos llegan hasta la Selección Nacional, que ha dejado de ser un combinado con muchos jugadores de un mismo equipo para llegar a alinear, como sucedió en el partido para la clasificación de la Eurocopa contra Noruega, un equipo con once jugadores de once equipos distintos. No había ocurrido jamás en los 6.999 partidos de la selección en sus 99 años de historia.
En comparación con los otros grandes campeonatos europeos, la igualdad de LaLiga Santander cobra aún mayor dimensión. En Italia Juventus e Inter ya han abierto un considerable hueco con los demás, al igual que el Paris St. Germain en Francia o el Liverpool en Inglaterra, donde hoy parecería bastante improbable hombradas como la del Leicester, el modesto equipo que alzó el trofeo de la Premier League en 2016. Sólo en la Bundesliga se da una situación similar al caso español, con el Borussia Monchengladbach liderando una clasificación muy apretada, aunque esto es una situación anómala, ya que el Bayern Munich lleva ganando la competición ininterrumpidamente desde el año 2013.
La incógnita es hasta cuándo los equipos revelación podrán aguantar el tren de los habituales de la parte alta o si los habituales de la parte alta, con calendarios muchos más exigentes por sus compromisos europeos, conseguirán despegarse, contando con que no existe campo fácil.
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