Toros

Buena corrida de 'El Pilar' que acaba sin trofeos

  • Corrida de toros con calidad pero sin ningún torero como claro triunfador entre 'El Cordobes', Esplá y Javier Conde.

En la Ficha de la corrida podría estar resumida la crónica del festejo: toros buenos y "marcador" de trofeos a cero. Pero no del todo. Pues si tal titular se desarrolla, naturalmente es para abundar en el excelente comportamiento del ganado, aunque tampoco fueron tantas las carencias de la terna por irse de vacío.

Para empezar, tres matizaciones: el lote de Esplá no fue tan propicio; El Cordobés hizo un toreo, a su manera, que satisfizo a muchos; y el mismo Conde, que salió entre almohadillas, resulta que pegó muletazos de una belleza indescriptible, de especial encanto.

Esplá, dieciocho años ausente en La Maestranza, hoy decía adiós a esta plaza. Le ovacionaron tras el paseíllo, pero fueron las únicas palmas que escuchó. La verdad es que su manso primero, "rajado" y suelto, regaló muy pocas embestidas. Y el cuarto, aunque se movió más, tomaba la muleta volviéndose, pendiente de lo que se dejaba atrás. La apuesta del alicantino fue firme y muy seria.

El Cordobés tuvo un primer toro que "sirvió" mucho y con el que tardó en acoplarse, pero cuando lo hizo firmó muletazos de muy buen trazo. Un toreo clásico y profundo que mezcló con extravagantes heterodoxias, que dicho sea de paso restaron más que sumaron. Concretamente "el salto de la rana" quitó pañuelos en la petición final de oreja. Aunque tampoco hubiera pasado nada malo si el presiente saca el suyo.

Ya en el quinto cuidó más la compostura, muy encajada la figura, corriendo la mano con temple y gusto, hilvanado perfectamente las series. Un forma de torear que no siempre se le reconoce, ya que la gente está acostumbrado a "lo otro". Es el precio de su carisma popular. Una pena que no se sepa discernir y valorar lo que es la puesta en escena y posteriormente el desarrollo de la obra.

El Cordobés estuvo muy bien. ¿Que, fue un gran toro el que tuvo delante? De acuerdo, pero él lo cuajó. De nuevo le pidieron con fuerza la oreja, que por segunda vez le denegó "el palco", presumiblemente por los dos descabellos que necesitó tras la estocada.

Conde también firmó pasajes excelentes, a pesar de que en el computo de la tarde es el más perjudicado. Pero ahí están los naturales en dos series de inicio de faena a su primero. Puro arte. Anda que si llega a seguir en ese aire. Por cierto que fue el viento el que le obligó a enmendarse cuando cambió de mano.

Lo bueno de Conde es el virtuosismo de sus formas: torea como nadie, de sentimiento. Lo malo es que no sabe disimular cuando las cosas no vienen bien. Como le pasó en el sexto, toro que "se rompió" en el caballo, en una pelea de desbordante bravura. Infame castigo que terminaría pagándolo el torero, pues se agarró el animal al piso y no fue fácil hacerle ir para adelante.

Ficha:

Corrida buena, con muy buen fondo, a excepción del manso primero y del bruto cuarto. Los otros cuatro tuvieron calidad, que en el caso del quinto fue excepcional. Segundo y tercero con mucha clase. Y el sexto, bravísimo, empujando fijo y humillado en el peto, fue a menos en la muleta por lo que le zurró el picador.

Luis Francisco Esplá: media estocada y tres descabellos (silencio); y estocada y tres descabellos (silencio).

Manuel Díaz El Cordobés: estocada ligeramente desprendida (ovación tras petición); y estocada y dos descabellos (aviso y ovación tras petición).

Javier Conde: pinchazo y media atravesada (silencio); y media tendida que escupe, y estocada (pitos).

En las cuadrillas, hubo un buen par de Vicente Yangüez "El Chano" al segundo, con el que bregó bien Alejandro Escobar.

La plaza tuvo un lleno aparente, sin apreturas en el tendido, en tarde soleada y primaveral.

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