David de Miranda no descansa. Su mentalización parte por estar en comunión con un excelente estado físico y mental. El campo sigue siendo su refugio en estos días previos y al igual que ha pisado otras plazas de tientas  a invitación de los ganaderos que lidian el sábado en Palos de La Frontera. Ayer el turno tocaba en tierras de Pelegrín y sobre su plaza de tientas compartió Miranda la tienta de una erala y la lidia de un buen ejemplar del ganadero triguereño Manuel Ángel Millares. 

David anda con plena confianza en sus posibilidades aunque la inexperiencia en este tipo de envites no existe en su currículo y lógicamente cualquier momento es importante para encontrar sensaciones frente a las embestidas de un animal bravo. Muy relajado, en esa línea de aprovechar cualquier embestida y especialmente para aprovechar la calidad de ese ejemplar noble y con clase que ayer lidió en una tarde donde la tapia de aficionados también dejó imágenes de gente joven que se embelesa con la lección del maestro. Eso será harina de otro costal en momentos donde la actualidad no mande de la manera tan determinante a como lo hace ahora con la cita palerma del 9 de octubre.

Por de pronto mañana abordará este periódico una entrevista realizada al torero triguereño en un enclave muy especial de nuestra provincia.