Toros

Escribano, único trofeo en una decepcionante corrida-concurso

plaza de toros de la misericordia de zaragoza Ganadería: Concurso de ganaderías con un encierro, en conjunto, bien presentado; al sexto le faltó cuajo. Primero, de Bohórquez, cinqueño, incierto; segundo, de Cuadri, cinqueño, se inutilizó al fracturarse la mano derecha; tercero, de Alcurrucén, cinqueño, noble, con recorrido, pero sin clase; cuarto, de Adolfo Martín, tras gran pelea en el caballo se rajó en la muleta; quinto, de Fuente Ymbro, tardo y aplomado y sexto, de Los Maños, tras gran pelea en varas, se rajó. TOREROS: Rafael Rubio 'Rafaelillo', de negro y oro. Casi entera contraria y descabello (saludos tras ovación). Estocada (silencio). Luis Gaspar 'Paulita', de rosa y oro. Estocada baja y estocada (palmas). Estocada (palmas). Manuel Escribano, de verde y oro. Estocada (oreja tras aviso). Media (saludos tras ovación). INCIDENCIAS: Plaza de toros de la Misericordia de Zaragoza. Corrida-concurso con motivo de la festividad de San Jorge. Dos tercios de entrada. La terna fue obligada a saludar tras romperse el paseíllo. Ovación cerrada a un grupo de aficionados que portaban una pancarta en la que pedían libertad taurina para Cataluña. En banderillas, saludaron Javier Ambel y Manolo de los Reyes en el segundo toro y De los Reyes e Iván García en el quinto. Premio al mejor toro: desierto y premiados el picador Esquivel y el banderillero Iván García.

Con motivo de la Feria de San Jorge de Zaragoza, la plaza de la Misericordia acogió ayer una corrida-concurso con toros de Bohórquez, Cuadri, Alcurrucén, Adolfo Martín, Fuente Ymbro y Los Maños para una terna compuesta por Rafaelillo, Paulita y Escribano. Un encierro que decepcionó y en el que el premio al mejor toro quedó desierto con toda justicia y premiaron al varilarguero Juan José Esquivel, que picó al astado de Adolfo Martín e Iván García por la mejor brega.

Manuel Escribano, que contó con el mejor lote, se alzó como triunfador al cortar el único trofeo del festejo a su primero, de Alcurrucén, un astado feote, ensillado, que rehusó la pelea en varas y que en la muleta tuvo la virtud de la nobleza y recorrido, aunque no humillaba cuando perseguía los engaños y salía suelto de las suertes. El gerenense, fácil en banderillas, lidió con pulcritud y temple, consiguiendo lo más brillante en dos series diestras y una tercera, pulseando mucho para lograr la ligazón. Las tandas las aliñó con remates variados, como un pase del desprecio a pies juntos mirando al tendido. Se tiró a matar de verdad, saliendo arrollado, casi cogido, a cambio de una estocada que fue una contundente rúbrica para cobrar el merecido premio.

Escribano recibió al sexto, de Los Maños, protestado de salida por su falta de cuajo, con una larga cambiada de rodillas junto a tablas. El toro hizo una gran pelea en varas, con tres puyazos en los que entró con alegría, rehusando un cuarto. De nuevo, el diestro cumplió con los palos. Y con la muleta destacó en una serie diestra con ligazón y continuó cosechando palmas con el toro rajado, en tablas, con circulares invertidos y muletazos aprovechando las querencias. Mató de media estocada.

Rafaelillo, con oficio, realizó una labor desigual ante el incierto primero, de Bohórquez, que hizo una buena pelea en el caballo. El cuarto, de Adolfo Martín, peleó bien en varas, pero se lo pensó tras la muleta y se rajó pronto. El diestro murciano concretó un trasteo correcto.

Paulita prácticamente quedó inédito. Al segundo, de Cuadri, sin entrega en el caballo, lo tuvo que pasaportar de inmediato tras partirse la mano derecha al comienzo de la faena. Y con el quinto, de Fuente Ymbro, tardo y aplomado, el espada zaragozano tampoco tuvo opción para el lucimiento.

Manuel Escribano, que atraviesa un gran momento, fue el único matador que pudo encontrar algo de agua en lo que supuso un auténtico desierto de bravura.

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