Toros

Hermoso de Mendoza hace historia de nuevo tras indultar un toro en Cali

  • El rejoneador navarro sienta cátedra en el último festejo de la feria colombiana

Cuando en el mes de mayo los directivos de la Fundación Plaza de Toros de Cali viajaron a España a contratar al rejoneador Pablo Hermoso, la mínima exigencia del caballero navarro fue torear el último toro del 2011, en Cali.

Alguna premonición tendría, porque justamente mientras los españoles con júbilo recibían el Nuevo Año, a ocho mil kilómetros de distancia, en el ruedo de Cañaveralejo el rejoneador se cubría de gloria al salir a hombros con las dos orejas y el rabo después de lograr el Indulto de "Tabacoso" con el hierro de Ernesto González Caicedo, que por cierto ha presentado el mejor y más completo encierro de la feria.

Lo ejecutado por Pablo Hermoso ha sido toda una cátedra de la más alta calificación del rejoneo. Su espectacular cuadra de caballos con el maravilloso Chenel como estrella, enloqueció a los casi quince mil aficionados cuando llevó al toro de costado, para luego cambiarlo por los adentros, y seguir toreando por naturales con la cola del caballo, en una demostración clara de, a donde ha llevado este Maestro, el difícil arte del toreo a la jineta.

Este indulto es el segundo en toda la historia del rejoneo, y los dos han sido obra del navarro. El primer indulto lo consiguió en Durango (México) en 1985.

El otro gran triunfador de la corrida fue el joven matador colombiano José Fernando Alzate a quien le correspondió el mejor toro de la feria, de nombre "Opita" con una calidad sin límites, recorrido con nobleza y perfectamente toreado por el joven espada que le ligó series con donosura y ortodoxia, le mató a la perfección para pasear en triunfo las dos orejas. A su segundo, otro gran toro, le instrumentó muletazos de muchísimo mérito donde el temple fue común denominador. Otra oreja de mérito le premió tan significativa actuación.

Los dos garbanzos malucos de la corrida le impidieron al mexicano Arturo Saldívar un afortunado debut en Colombia. Ambos, sin clase ni raza, además complicados y sin posibilidades.

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