Interesante novillada para los buenos aficionados el sábado a las 11 de la noche en la plaza de toros de El Puerto, casi un duelo entre El Puerto y el Campo de Gibraltar ya que se enfrentan dos portuenses -David Merino y Juan de María- con dos campogibraltareños, el linense Miguel Pacheco y el algecireño Luis Salazar Álvarez.

Tampoco se lo va a poner difícil a sus compañeros Pablo Mora, de la escuela de Moralzarzal, que el año pasado cortó un rabo en esta plaza y repite en triunfador.

Y los novillos: os erales de López Gibaja, si salen como la de la primera novillada, indiscutiblemente va a tener interés porque no lo puso fácil. Y presencia.

Pacheco es de ilustre apellido taurino linense, Juan de María es de la portuense familia Grado y viene muy preparado con un concienzudo entrenamiento campero y escogidas actuaciones y David Merino es modelo de afición y alumno de Galloso. Pero reparamos en Luis Salazar Álvarez, porque además de ser hijo de un gran aficionado algecireño como es Javier Salazar, es nieto del ganadero Manuel Álvarez, por tanto sobrino de Carlos y Manuel Álvarez y del maestro Ruiz Miguel.

Nos cuenta su trayectoria: "Mi debut fue 2010, un 21 de diciembre, en Espartinas. Estaba yo en la escuela con el padre de Espartaco. Poco antes de cerrar la escuela nos vinimos a vivir a Algeciras. Fue una novillada de Astolfi y le corté las dos orejas a un novillo bueno".

Antes de eso había toreado de sobra en el campo, siempre con Espartaco padre: "desde chico en mi casa no veía otra cosa que toros, toros y toros; por la mañana al colegio y por la tarde campo, caballos y toros a todos horas. Hasta los seis años viví en Cortijo Blanco".

Y a torear: "por ejemplo una novillada que toreamos en Chiclana de Pedro Fernández, Algeciras donde corté un rabo a un novillo muy bueno de Miguelín. Tardes bonitas he tenido varias como Tarifa el año pasado, o en Espartinas otra novillada de Aguadulce, en La Línea un novillo complicado casi utrero que me sirvió mucho… he toreado trece novilladas".

Como torero nuevo en El Puerto, nos adelanta su armas taurinas: "con el capote me veo seguro y en los tentaderos que estamos haciendo ahora para lo de El Puerto me estoy viendo suelto con el capote. Con la muleta también me gusta dar mis pellizcos. Me gusta que se mueva el novillo, también es bonito el toreo en corto en la cercanía, pero prefiero que se mueva. Por ahora no me puedo quejar con la espada: he pinchado dos novillos nada más, uno en Algeciras con la cara arriba que por mucho que lo tocara abajo se quedaba con la cara arriba; la otra vez fue en Tarifa con un novillo de Cuvillo, pero le pudimos cortar las dos orejas".

Lo que hace falta es que los erales permitan mostrar a los jóvenes toreros del cartel lo que llevan dentro, y ese potencial que escudriñan los buenos aficionados. Que Dios reparta suerte.