El presidente de la Unión de Criadaores de Toros de Lidia y de la Mesa del Toro, Carlos Núñez, mostró ayer su rechazo ante la medida aprobada en el Parlamento gallego que prohibe a los menores de 12 años acudir a corridas de toros.

El ganadero de Tarifa mostró su malestar a este diario sobre esta medida en Galicia. "Entiendo que afecta exclusivamente a la tutela de los padres decidir qué educación reciben, a qué espectáculo acuden o simplemente qué programa de televisión ven sus hijos, y el Estado no puede intervenir pues atentaría directamente contra derechos y libertades fundamentales. En cuanto podamos se va convocar la Junta Directiva de la Mesa del Toro, para analizar y promover las actuaciones necesarias para impedir lo que entendermos como un disparate político, solicitaremos reunión de urgencia con los responsables de la Xunta", anunció.

Carlos Nuñez insistió en que "conscientes de la presión del lobby antitaurino, no cejaremos en defender la Tauromaquia con todas nuestras fuerzas, las de nuestro sector, más las de todos aquellos que aman y respetan nuestras tradiciones y sobre todo, la defensa de las tradiciones".

El presidente de la UCTL destacó que " si el Estado ha reconocido la Tauromaquia como disciplina artística y producto cultural, definido así en el BOE, es inconcruente que se prohíba a unos padres, que son los responsables últimos de la educación de sus hijos, el inculcar esos valores artísticos y culturales" concluyó.

El Parlamento gallego acordó el viernes por unanimidad una iniciativa del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) por la que se insta a la Xunta a introducir en el proyecto de Ley de espectáculos públicos, actividades recreativas y establecimiento públicos, en elaboración, la prohibición del acceso de menores de 12 años a espectáculos taurinos.

La iniciativa, presentada por el BNG, fue enmendada por socialistas y populares. Los portavoces de los tres patidos políticos coincidieron en admitir que las corridas de toros son celebraciones perjudiciales para los niños, porque se ha constatado un "impacto emocional negativo" y estos espectáculos "banalizan el maltrato y la violencia" al presentarse como una fiesta o diversión, perjudicial para los niños.