Toros

La Pinzoniana afronta esta tarde el séptimo paseíllo de su historia

  • Reses del hierro de Las Monjas para Juan José Padilla, Fortes y el triguereño David de Miranda

Pareciera que fue ayer mismo cuando esa idea palerma de la corrida a la usanza pinzoniana hubiese desempolvado sobre un ruedo nuevo las viejas estampas de trajes marineros aprestados en la tarea de descubrir nuevas tierras.

Si alguien quiso puntualizar sobre la promoción y la vigencia de la Fiesta de los Toros en Palos de la Frontera dio sin duda con el mejor descubrimiento posible porque en apenas siete ediciones, cuando llega octubre, al margen de que entre San Lucas y El Pilar llenen de toros el mes, lo que suena en el panorama taurino es un festejo peculiar y muy especial en el coso palermo en torno a la celebración de las salidas de marineros y descubridores hacia tierras americanas.

La tarea, con haberse conseguido, no era fácil. Convencer a los toreros que se enfundaran en un traje que disiente completamente con el llamativo terno de seda y oro o con el mismísimo atuendo campero de corto, incitaba a la desconfianza.

"Cuando le conté en el callejón de una plaza de toros a Fran Rivera la idea de la Pinzoniana, lo primero que le entró fue la risa". Quien así lo explica es Jorge Buendía impulsor de la idea y empresario en Palos de La Frontera.

"Era normal esa reticencia hasta que a bote pronto le pude hacer un boceto del traje y decirle que la idea iba en serio".

Pocos días después en aquella presentación de la primera Pinzoniana Rivera Ordóñez espetó entre una sonrisa ese pensamiento de "¿por qué se acuerdan de mí para todas estas cosas?".

A partir de ese momento Fran fue uno de los más convencidos de que el proyecto merecía la pena y de hecho fue, junto a sus compañeros, quien en aquella primera Pinzoniana de lluvia tiró para adelante un paseíllo que avalaba también la presencia de las cámaras de televisión, que posteriormente estuvieron presentes durante tres ediciones más, lo cual ayudó a exportar el proyecto aun mas al exterior.

De cualquier forma, la Pinzoniana ha sido uno de esos proyectos a los que el trabajo, la suerte y el empeño de las partes, la realidad le ha premiado con hitos importantes con los que adornar su historia. No es fácil en tan corta andadura que la despedida de un torero y la reaparición de un auténtico figurón, se aparezcan con tanta fuerza como marcan al festejo otoñal tanto El Fundi como la mágica tarde de Espartaco en solitario.

Junto a ellos, los nombres de Padilla, Oliva Soto, Andrés Romero, Nazaré, Curro Díaz, David de Miranda y la importancia que, como actuante y promotor de muchas cosas en la historia del toreo palermo es José Doblado, marcan con un barniz muy especial una cita diferente, atractiva y muy torera a pesar de que los oros no sean oros sino terciopelos de almirantes toreros buscando rutas de éxitos.

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